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Opinión Editorial


Balance


Publicación:22-07-2020
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El balance entre la pandemia y la economía implica el mayor de los retos para nuestras autoridades

“Hemos aprendido a volar como los pájaros, a nadar como los peces; pero no hemos aprendido el sencillo arte de vivir como hermanos”

Martin Luther King

Sin manual o experiencia previa, pretendemos resolver desde las trincheras de la ideología política el cómo detener el embate de un virus invisible y letal y al mismo tiempo cómo amainar los daños en la economía que el confinamiento nos provoca.

Preocupados por las implicaciones económicas, de empleo, seguridad, educación y oportunidades, gobernadores de todo el país claman por soluciones y mientras un día les conminan a formar parte de la solución, al siguiente les colocan un color en el semáforo que les impide reanudar el paso.

Se emplean los números oficiales para reportar los contagios y fallecidos y se desechan los que reportan los laboratorios privados, pero en muchos lugares esos números nos delatan una terrible disparidad que nos refleja dos visiones de un mismo problema,

¿De verdad es tan difícil ponerse de acuerdo? Nos hablan, insisten y reiteran de una estrecha colaboración, pero en los hechos nos damos cuenta de que esa no existe, que cada quien toca la melodía a su ritmo, tiempo y tono y que lo que debería ser una sinfonía con sintonía, cual reloj suizo, termina en un absurdo desconcierto.

Por principio y vistas las experiencias de otros países, va siendo hora de tomar decisiones y empezar a ver el “cómo sí” volvemos a la actividad, porque si no habrá apoyos a las empresas y las ayudas a los trabajadores siguen siendo “mejoralitos” para atacar un mal mayor, es necesario empezar a mover al país.

Ya todos conocemos las medidas sanitarias y restricciones, las recomendaciones de la sana distancia, el continuo lavado de manos, el descontaminar bolsas y paquetes, el utilizar tapetes antibacteriales, el empleo de líquidos y el evitar aglomeraciones.

Hay situaciones que no se pueden evitar como el hacinamiento en unidades del transporte urbano, no por la pandemia, sino porque ya estaba aquí desde antes, desde siempre, ¿nos detenemos por ello?

Es prioritario encontrar un balance que nos permita cuidar y cuidarnos entre todos pero también salir a trabajar, dinamizar la economía y que buena parte de los mexicanos vuelva a sus actividades para recobrar ingresos.

Resulta indispensable reforzar las campañas de concientización sobre la responsabilidad individual y grupal, haciendo entender a todos que no volvemos a la normalidad, sino que debemos comportarnos de una manera distinta.

El balance entre la pandemia y la economía implica el mayor de los retos para nuestras autoridades. Los mexicanos no tenemos tiempo para ver cómo se avientan la pelota unos a otros por las cifras, los contagios y las muertes. Necesitamos, ya, soluciones y sobre todo, que por una vez en la vida renuncien a ese vicio de ayer, de hoy y de siempre, de ponderar sus intereses políticos y personales por encima del bienestar del pueblo.

ftijerin@rtvnews.com



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