“El árbol es el éxito más grande de la naturaleza”, reza un proverbio. Yo diría que si no es el más grande, sí es uno de los más importantes pues gracias a ellos tenemos sombra, mejor aire, tranquilidad toda vez que aísla ruidos; además atrae a aves que anidan en sus copas. La lista de sus beneficios es realmente grande.

Cosijopi Montero, presidente de la asociación Reforestación Extrema, que entre otras cosas promueve y ayuda al repoblamiento de árboles en la zona metropolitana de Nuevo León, celebró este fin de semana el Día del Árbol e invitó a los gobiernos municipales a dar prioridad a la movilidad y a los espacios públicos.

No podría estar más de acuerdo. Gracias a los reportes periodísticos, hemos atestiguado cómo los alcaldes metropolitanos le han apostado a los espacios públicos, ya sea en su modalidad de plazas, parques, camellones y centros deportivos con un gran portafolio de servicios y actividades para ser aprovechados por chicos y grandes.

Tan sólo en Monterrey el gobierno de Adrián de la Garza ha ofrecido acortar el tiempo de atención de 80 a veintitantos días y contempla nuevos andenes y espacios atractivos para el peatón. Genial.

He sabido de algunos empresarios que también se han sumado al quehacer de los alcaldes y preparan la “adopción” de algunas áreas para reverdecerlas y hacerlos atractivas para beneficio de la comunidad.

Con los espacios públicos se reactivan los barrios y si se convierten en pulmones con árboles, césped y riego automático, sigue siendo genial.

Lo que a muchos alcaldes se les ha olvidado es que no basta con tener los espacios públicos, las áreas verdes que la comunidad necesita para ejercitarse y convivir.

El siguiente paso es reactivar estos espacios que tiempo inmemorial han estado tan olvidados ¿Cómo hacerle para ganar hasta ese nivel la confianza de quienes viven en las colonias?

San Pedro es un municipio muy peculiar donde por décadas se ha hecho trabajo para que los residentes usen sus espacios y colaboren con la autoridad para mantenerlos en buen estado; hay compromiso para cuidarlos y denunciar alguna actividad vandálica, en caso de suceder.

Hoy, el alcalde Miguel Treviño se esmera aún más y le pregunta a sus ciudadanos qué es lo que quieren de un parque, de un espacio público y entre gobierno y ciudadanos se tomará la mejor decisión.

Y así como hay municipios que también han trabajado durante muchas administraciones para hacer mejores ciudades, hay otros donde la gente es invisible a los ojos de la autoridad.

Es cierto, hay que trabajar por mejores y verdes espacios, pero también hay qué hacer una reflexión y buscar los mejores interlocutores para hacer comunidad y por hoy, haré propia una frase que he escuchado en un alcalde metropolitano “hagamos ciudades con menos habitantes, pero más ciudadanos”, es decir, gente participativa y comprometida con su entorno, con su ciudad y con México.

Mucho aún por hacer ¿no es así? Lo mismo en movilidad, que en áreas verdes, en políticas públicas eficientes en el tema del medio ambiente… y por supuesto, en participación ciudadana.

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