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Opinión Editorial


¡Al diablo el CONAPRED!


Publicación:21-06-2020
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El Consejo Nacional para Prevenir la Discriminación (CONPRED) se encuentra herido de muerte.

El Consejo Nacional para Prevenir la Discriminación (CONPRED) se encuentra herido de muerte. No sabemos si logrará sobrevivir y, si lo hace, tendrá que ser después de una cirugía mayor que transforme su rostro, y que éste sea acorde con las expectativas que tenga  la administración federal actual, autodenominada la 4T, respecto a su función social  y el presupuesto que ello implica para el gobierno.

El CONAPRED surgió en el año 2003, fue una institución, paradójicamente, nacida desde la izquierda política de la época. Su fundador fue un comunista verdadero, perteneciente al Partido Comunista Mexicano, encarcelado 32 veces durante su militancia. Después formó parte del Partido Socialista Unificado de México, e inevitablemente, se unió al Partido de la Revolución Democrática (PRD).

En las elecciones del año 2000, fundó el Partido Democracia Social  y fue su candidato presidencial, una de sus propuestas de campaña fue la fundación del CONAPRED, así como del Instituto Federal de Acceso a la Información Pública, propuestas que recuperó Vicente Fox durante su gestión presidencial, y nombró a Gilberto Rincón Gallardo como titular del CONAPRED, considerando la lucha como activistadurantemuchos años en contra de la discriminación.

En su momento el CONAPRED representó un logro para la izquierda socialdemócrata; finalmente se contaba con un órgano descentralizado encargado de promover la no discriminación, y vigilar el respeto al derecho de no ser discriminado, por motivo de género, ideología, discapacidad,  condición étnica o lingüística, entre otros.

Para las minorías que luchaban por sus derechos, el CONAPRED sí representó una instancia adónde acudir para orientación, para interponer quejas y denunciar abusos cometidos   por parte de ciudadanos o autoridades,  que recurrían a actos discriminatorios violentando así  los derechos constitucionales.

Sin embargo, todo por servir se acaba, lasadministraciones panistas y luego la priista, terminaron por desvirtuar  el sentidooriginal de la institución, hasta llegar a los tiempos de la 4T, que busca desesperada donde recortar gastos para llevar el dinero a sus propios objetivos y metas de gobierno y, en ese contexto, aparece el CONAPRED convocando a un foro sobre el tema de racismo y clasismo,invitando, entre otros, a un youtuber que hace comedia y que seguramente les levantaría el rating a tan olvidado instituto.

No hagas cosas buenas que parezcan malas, eso fue lo que le pasó a la titular del CONAPRED, MónicaMaccise, quien pensando en términos de rating, perspectiva no idónea para una institución de esta naturaleza, insistieron en el foro invitando al comediante. Mala decisión de ambos.

La hasta ese momento titular del CONAPRED, o no estaba enterada o fue ingenua en su cavilar, el asunto fue que violó una regla sagrada del poder: “Piensa como quieras, actúa como se espera”. Realmente no importaba si la extitular estaba de acuerdo o no ideológicamente con la 4T, el puesto ya lo tenía y había sido nombrada recientemente, por el mismísimoPresidente AndrésManuel López Obrador (AMLO). No actúo como se esperaba: repudiando a youtubers críticos  de la 4T, aunque en realidad fuera fan de ellos. Al invitarlo, mostró su admiración oculta por el youtuberde apellido Torres.

El problema fue que el comediante Chumel Torres, había ofendido previamente, como parte de su programa en redes, a la familia que habita en Palacio Nacional, lastimando la imagen del hijo de la pareja presidencial al burlarse del color de su cabello. Esta ofensa nunca la perdonó la esposa del Presidente, hasta que llegó el momento de la dulce venganza.

Tan pronto se enteró del famoso foro (que nunca se realizó), la esposa del Presidente tuiteó recordando a la audiencia la ofensa de la que fueron objeto. Solo bastó ese tuit, al menos públicamente, seguramente en privado, se encargó de recordarle al padre de su  hijo, es decir, a su esposo, la afrenta imperdonable de la que fueron víctimas.

Suponemos que AMLO fue contagiado de la ira acumulada de la esposa; un asunto íntimo de alcoba se convirtió en tema de las conferenciasmañaneras, donde el Presidente negó conocer al CONAPRED, algo realmente inverosímil, despuésaprovechó, para justificar la desaparición de los órganos autónomos, para ahorrar el gasto público.

La renuncia de la titular del CONAPRED fue una historia anunciada y esperada; mientras  Chumel Torres parecía  infranqueable en el asunto, pero sin  saberlo, el comediante había roto otra regla del poder sin saberlo: “Mide bien tus fuerzas, nunca desafíes  a un enemigo más poderoso que tú”.  La esposa del presidente, ahora lo sabemos, es el poder detrás del trono; Chumel no lo sabía y ahora tendrá que pagar las consecuencias.

Dirían los orientalistas, a Chumel Torres “le sobrevino el karma”; los filósofos mexicanos de la vida dirían que “le cayó el chahuiztle”;  la tía del pueblo diría que “en esta vida todo se paga”. Sea como sea, haya sido como haya sido, a Chumel Torres le suspendieron su programa en HBO. ¡Qué desgracia para él! Una reacción rabiosa le sobrevino después de saber de esta consecuencia por coquetear con instancias de gobierno que no debería de aproximarse a ellas. En esa reacción de Chumel Torres, enojado por la suspensión de su programa en HBO, si hiciéramos una comparativa con  la reacción contemporánea de José Antonio Yépez Ortiz,  alias El Marro, líder del Cártel  de Santa Rosa de Lima, ante la detención de sus familiares y que también, subió en las redessociales, el capo se quedó corto en su reacción desbordada de ira  en comparación con la de Chumel Torres.

El daño (de ambas partes) ya está hecho, ya ni llorar es bueno. Torres se queja que le vulneraron su derecho a la libre expresión; la esposa del Presidente se siente agraviada porque Chumel  le ofendió a su hijo menor de edad.  ¿Y el CONAPRED?

¡Bien gracias! O, ¡Al diablo con el CONAPRED! Al cabo, como dice AMLO: ¡nadie lo conoce!




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Arturo Delgado Moya

Arturo Delgado Moya


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