Piden fortalecer a los centros de justicia para mujeres

México.- La Comisión de Igualdad de Género de la Cámara de Diputados propuso que los centros de justicia para mujeres sean independientes de las fiscalías de las entidades federativas y tengan personalidad jurídica y patrimonio propios.

La presidenta de dicha Comisión, Wendy Briceño Zuloaga, señaló que en Parlamento Abierto se pronunciaron además porque estos espacios brinden servicios de atención integral con perspectiva de género y de los derechos humanos a las víctimas de violencia, a sus hijas e hijos.

En este encuentro se planteó que los centros de justicia para las mujeres estén descentralizados de las fiscalías, a fin de que cuenten con autonomía técnica e independencia presupuestal.

Asimismo que las dependencias federales propicien que las autoridades locales impulsen la creación, operación o fortalecimiento de esos espacios.

En el parlamento virtual, la diputada Mildred Ávila, de Morena, dijo que de acuerdo con la Encuesta Nacional sobre la Dinámica de las Relaciones en los Hogares (ENDIREH) 30.7 millones de mujeres han enfrentado algún de tipo de violencia, por lo que es fundamental que estos organismos sean eficaces.

Añadió que, si bien en México hay 48 centros de justicia para las mujeres, algunas entidades no tienen estos espacios con las características adecuadas, lo cual deja en estado de vulnerabilidad a las víctimas.

En su participación, la comisionada nacional para Prevenir y Erradicar la Violencia contra las Mujeres, María Candelaria Ochoa Ávalos, consideró que las reformas planteadas permitirán que los centros de justicia adquieran un estatuto jurídico, tengan recursos propios y reconocimiento total.

En este sentido, la diputada Frida Esparza convocó a un mayor esfuerzo social y gubernamental para respetar y hacer respetar los derechos de las mujeres, pues si bien hay algunos avances a nivel legislativo esto no necesariamente se refleja en otros rubros, como lo evidencia la actual pandemia.

Por ejemplo, dijo, la suspensión de diversas actividades económicas y sociales, así como el confinamiento domiciliario al cual obligó la enfermedad del COVID-19, dejó ver muchas desventajas para numerosas jefas de familia que, además de quedar desempleadas, vieron duplicarse y triplicarse sus tareas en los hogares.

El tema de violencia y feminicidios, expresó, preocupa a todos porque refleja la situación de vulnerabilidad de las mujeres, pero a esto contribuye el que las leyes y sus reformas, como la de "paridad total" -que hablan de una recomposición de género en todas las instituciones públicas- carecen de una implementación y ejecución que se refleje de forma correcta en la realidad.