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Pararemos hasta tener justicia de género: Lucía Micher


Publicación:07-02-2020

TEMA: #FGR  

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Micher asegura que en cuanto se abra el debate para la reforma al Sistema de Justicia Penal vigilarán que no haya retrocesos


CIUDAD DE MÉXICO.- Martha Lucía Micher Camarena recuerda la época en la que el gobierno no podía intervenir cuando una mujer era golpeada y abusada por su marido, ya que era considerado "un asunto privado".
"La lucha que hemos dado para que se reconozca la violencia contra las mujeres no ha sido fácil. Siempre se decía que lo que sucedía al interior de una casa no era competencia del Estado, que no se podía legislar o sancionar en cosas privadas", dice con ironía.
En entrevista con EL UNIVERSAL, la presidenta de la Comisión para la Igualdad de Género del Senado es contundente al asegurar que la Fiscalía General de la República (FGR) se equivoca al proponer una reclasificación del delito de feminicidio.
"El fiscal nos dice: 'Es que me está costando mucho trabajo'". ¡Caramba! ¿Por qué otra vez lo mismo? La justicia para las mujeres pareciera que tiene que ser barata, pero no, no puede [serlo], y tenemos que especializar a los otorgantes de esa justicia.
"Debemos especializar a los ministerios públicos, a los impartidores de justicia, y tiene que hacerse así, como se capacita a los médicos forenses, a los peritos. Es lo mismo que queremos nosotras: que se identifique exactamente cuándo la violencia es feminicida", afirma.
En ese sentido, Micher asegura que en cuanto se abra el debate para la reforma al Sistema de Justicia Penal vigilarán que no haya retrocesos en lo que se ha alcanzado para garantizar los derechos de las mujeres; además indicó que se buscará un presupuesto especial para eso.
"El Presidente dijo: 'No vamos a profundizar en eso, ahí le paramos', pero nosotras no vamos a parar hasta que se destine un gran presupuesto, hasta que haya justicia con perspectiva de género; es decir, que se analicen las circunstancias en las que cada mujer fue asesinada.
"Eso es lo que queremos: que se vengan todos los defensores, expertos, legisladores y constitucionalistas para ahora definir el Código Penal Único. Eso es lo que vamos a hacer", advierte.
En 2003, cuando Micher Camarena fue diputada federal, se consiguió llevar al debate de la agenda legislativa que la violencia contra las mujeres no sólo se ejercía con el objetivo de minimizar el espacio que ocupan en el trabajo, en la casa o en la sociedad, sino "con el cruel fin de terminar con su vida".
"El agresor violentaba no solamente tu dignidad física, tu sexualidad o tu autoestima, sino que tenía la intención de matarte. Así creamos la Ley General de Acceso a una Vida Libre de Violencia, que se aprobó en 2006, y todavía la estamos revisando, a fin de mejorar.
"Ahí añadimos el feminicidio, pero como la ley es administrativa, lo que hicimos fue pasar al Código Penal y tipificar la violencia feminicida como un delito grave. Nos fuimos a la legislación penal, porque no era lo mismo que te rasguñaran a que quisieran matarte", recuerda.
La senadora suaviza su tono de denuncia cuando propone una reunión del fiscal General, Alejandro Gertz Manero, con la comisión que preside, buscando que exprese sus argumentos y se le puedan hacer preguntas.
"El fiscal hizo pública su postura, y eso me preocupó. Vamos a sentarnos con él para que conversemos, así como lo hemos realizado con muchos otros que también han abierto los ojos.
"Cuesta trabajo quitarse una idea; no se imagina cuánto esfuerzo se necesitó para que la violencia en contra de las mujeres se aceptara como un tema de seguridad, y de seguridad del Estado, en la que tenían que entrar", expresa.
No entra en detalles sobre las reformas judiciales que tantas versiones y reacciones han generado, pero casi a punto de dejar la entrevista para correr al salón de sesiones, afirma que pelearán por la capacitación de los impartidores de justicia con perspectiva de género.
"Queremos que se juzgue, pero no desde una visión de poder o de penas criminales, sino desde la perspectiva de desigualdad en la que viven las mujeres.
Desde el sexismo, la educación diferenciada a hombres y mujeres crea estas relaciones desiguales y violentas", añade.



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