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“No creemos que medios sean adversarios”

“No creemos que medios sean adversarios”
Olga Sánchez Cordero

Publicación:02-10-2020
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La libertad de expresión es fundamental para cualquier democracia moderna.

CIUDAD DE MÉXICO.- Para la titular de la Secretaría de Gobernación (Segob), Olga Sánchez Cordero , la libertad de expresión es fundamental para cualquier democracia moderna. "Es un derecho constitucional y debe ser respetado y protegido, promovido por el mismo Estado… ningún Estado social, democrático, de derecho que se precie de serlo debería censurar la libertad de expresión", advierte. En entrevista a través de videollamada, rechaza que los medios de comunicación sean adversarios del gobierno de Andrés Manuel López Obrador y enfatiza que la prensa y el Presidente ejercen a plenitud su libertad de expresión, "aunque ésta sea crítica de ambos lados". Refuerza: "Nosotros no creemos que son adversarios los medios de comunicación, creemos efectivamente que hacen periodismo y que ejercen su libertad de expresión a plenitud". Deja en claro que, a diferencia del pasado, no hay "línea" para callar críticas. "Yo creo que interpretar que los señalamientos que hace el Presidente son una amenaza es una visión equivocada". Rechaza que las posiciones del mandatario contra intelectuales, periodistas o medios de comunicación allanen el camino a la polarización o se conviertan en un factor que los ponga en riesgo. "Veo a los medios haciendo periodismo", ataja. ¿En qué situación se encuentra la libertad de expresión en México? — La libertad de expresión es fundamental para cualquier democracia moderna. Yo creo que sin duda se trata de una de las materias más importantes que tenemos para avivar la discusión pública y, sobre todo, creo que es tan importante porque se hacen patentes los diferentes puntos de vista de la sociedad, sobre todo de los asuntos públicos. Es un derecho, además, constitucional, por supuesto, y debe ser respetado, protegido y promovido por el mismo Estado. Podría decir que ningún Estado social, democrático, de derecho y que se precie de serlo debería censurar la libertad de expresión. De ninguna manera y por ningún motivo hemos mandado alguna línea, por más delicada que esta sea, a algún medio de comunicación, algún columnista para que no diga lo que quiere decir. [A diferencia del pasado] no hay censura, no hay una represión a la libertad de expresión; todas las voces se pueden expresar, todos pueden decir lo que quieran, así sean las cosas más exóticas o verdaderamente increíbles, lo pueden decir. En esta coyuntura que vive México, ¿cómo ve la actuación de los medios? — Yo creo que los medios de comunicación son un canal de comunicación importantísimo. Son el conducto por el cual gobierno y sociedad pueden comunicarse. Creo que todas las libertades, que están consagradas en nuestra Constitución, por supuesto implican responsabilidades. Lo dijo el Presidente hace algunos días, que esto es una calle de doble sentido o este es un tema de doble vía: por una parte, la responsabilidad de los medios de comunicación, lo que pueda expresarse en ellos, y por otra parte la responsabilidad que se tiene en el gobierno de la manera como se comunica con la población. Las libertades son verdaderamente un gran logro de este país, esta construcción de hace muchos años en consagrar estas libertades en la Constitución y en la realidad, pero éstas también implican límites y responsabilidades. Vemos a un Presidente que todos los días hace señalamientos contra medios, columnistas, intelectuales. ¿Es parte de ejercer la libertad de expresión? — Déjame decirte lo que yo pienso, concretamente en la pregunta que me estás haciendo: lo que hay que poner sobre la mesa [es] si los servidores públicos también ejercemos nuestra libertad de expresión, aunque sea crítica. Es decir, yo creo que el señor Presidente también usa esa libertad o utiliza su derecho a la libertad de expresión, dejando en claro su libertad para expresarse. Los medios también hacen lo propio, hacen la crítica, pero definitivamente yo creo que, en mi opinión, es que ambos, tanto los medios de comunicación como el señor Presidente, están en su derecho a la libertad de expresión y la ejercen a plenitud, aunque ésta sea crítica de ambos lados. El Comité para la Protección de Periodistas advierte que uno de los países más peligrosos para ejercer el periodismo es México; hay señalamientos en el sentido de que las posiciones de un jefe de Estado contra medios y periodistas pudiera agravar esta situación. ¿Puede ser un riesgo? — Esto es, nunca desde el gobierno. Sí corren riesgo los periodistas, pero por otras razones, por razones del crimen organizado, por la violencia, que tenemos que reconocer, pero desde luego y categóricamente lo digo y afirmo: no desde el gobierno. Nunca, nunca han sido la libertad de expresión y la manifestación de las ideas, como lo dice el artículo sexto constitucional, objeto de ninguna inquisición ni mucho menos por parte de la Secretaría de Gobernación. Y aquí el límite de la libertad de expresión es el ataque a la moral, a la vida privada, a los derechos de terceros, cuando se provoque algún delito, se perturbe el orden público. Y desde luego también el derecho de réplica, que será ejercido también constitucionalmente, y que el derecho de la información será garantizado. El periodismo es esencial para la vida pública de este país, máxime cuando se trata de un periodismo crítico como el que hoy se lleva a cabo, porque definitivamente hoy es un periodismo crítico, hoy hay una libertad de prensa y de expresión que están garantizadas. Las manifestaciones de pocos o muchos ciudadanos están protegidas. Los pronunciamientos que tenía López Obrador antes de ser el Presidente no tienen el mismo peso que ahora como jefe de Estado. ¿No ve ningún riesgo de los pronunciamientos del Presidente en el sentido de que pudieran generar agresiones? — Yo creo que el Presidente tiene una manera de comunicarse con la gente que no ha tenido ningún otro presidente. Rinde cuentas todos los días. Las mañaneras son un ejercicio para rendir cuenta y así lo ha establecido él. También son para tener su figura muy cercana a la gente, para que lo escuche, conozca su manera de pensar. Su ejercicio de libertad de expresión es el suyo, un ejercicio de él, permanentemente. Yo no veo ningún riesgo, yo no veo absolutamente ninguna situación de que en su manera de expresarse tienda él a polarizarse, porque son diferentes formas de ver la realidad.


« El Universal »