Evidencian lo fácil que es engañar a la gente en Instagram

Es bien sabido que no todo lo que vemos en las revistas, la televisión y el cine es cierto; sin embargo, en los últimos años a esta lista se han sumado las redes sociales, las cuales han sido utilizadas por algunas personas para mentir y persuadir a la gente.

Siendo Instagram la aplicación que esté tomando más fuerza para ser el ejemplo exacto de lo fácil que es engañar a los usuarios, pues muchas de las fotografías que ahí se muestran no son reales.

Así lo han evidenciado varios influencers donde han hecho una poderosa demostración para enseñarnos a no creer todo lo que vemos en Internet.

Natalia Taylor decidió hacerles creer a sus seguidores que estaba pasando unas vacaciones en Bali, cuando en realidad nunca ha viajado a Indonesia. Para ello, recurrió a una tienda de muebles en Estados Unidos llamada Ikea donde supuestamente se mostró en una habitación de hotel en dicha isla.

Las postales fueron bien recibidas por sus seguidores e incluso le sugirieron visitar algunos destinos a la influencer; sin embargo, tras descubrir el impacto que tuvo, Taylor explicó en un video que decidió engañar a sus seguidores “para ver si ellos creen que realmente estaba de vacaciones”.

La vloguera Gabbie Hanna también logró convencer a sus seguidores que había asistido al festival de música Coachella en California, pero ella ni siquiera salió de Los Ángeles.

Para esto tuvo que colocar un trasfondo del valle en el desierto de Colorado en una de sus fotos, aunque después reveló que la publicación era falsa.

“El aspecto y las apariencias son importantes en lo que se refiere a promover marcas y a tu presencia social. Lo único es que debes saber que las cosas no siempre son como parecen”.

Otro de los influencer que ha roto las redes sociales tras su confesión de fotos falsas es Byron Denton, quien  gracias a un buen conocimiento de Photoshop transformó su estilo de vida.

Denton hizo creer que llevaba una vida llena de lujos, ¿cómo? gracias a algunos trucos de edición fotográfica donde hizo creer que viajaba en un avión privado cuando en realidad estaba sentado en un sofá de su casa.