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Estadios Inteligentes: Tecnología y experiencia del fan

Estadios Inteligentes: Tecnología y experiencia del fan
Los avances tecnológicos, los cambios de consumo, los obliga a actualizarse.

Publicación:28-09-2020
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Los estadios son el corazón de los equipos de fútbol. Es el templo, el hogar, el punto de encuentro de miles de hinchas y fanáticos.

Es el espacio icónico: a pesar de que varios clubes se muden, son marcas tan firmes como el escudo o la historia deportiva. Los avances tecnológicos, los cambios de consumo, los obliga a actualizarse. Ya no alcanza con ofrecer únicamente un espacio para disfrutar del vivo. El espectador demanda más. Aquellos que no lo cumplan se quedarán afuera.

“El estadio es el corazón del negocio”, dice Javier Doña, consultor de estadios. “A partir de él crece el proyecto, y desde ahí puedes proyectar los valores de tu club. En base a la imagen que muestres los patrocinadores van a querer asociarse contigo o no, vas a crecer en las redes sociales o no. El estadio es la imagen del club en el mercado”, agrega.

Ese cambio de tendencia se combina en una especie de tormenta perfecta con el gran cambio de consumo deportivo: las transmisiones son cada vez más profesionales, ofrecen experiencias cada vez más inmersivas, y los hinchas pueden acceder a un producto maravilloso desde la comodidad de su sillón preferido. Dos encuestas de ESPN lo reflejan en métricas: en 1998, el 54% de los fanáticos de deportes dijeron que preferían ver el partido en el estadio que en sus casas. Veinte años más tarde, solo el 29% de los encuestados dijeron que preferían estar en el vivo. El deporte se creó su propia competencia con los desarrollos en transmisiones.

Mark Carter es uno de los arquitectos de la firma Tvsdesign. Su firma estuvo detrás del Mercedes Benz Stadium, el estadio intergaláctico que aloja los partidos del Atlanta United y de los Atlanta Falcons. Su mirada es clara: “Cuando se construye un estadio actualmente, hay que preguntarse: ¿cómo hacemos que los aficionados salgan de las salas de sus casas? Bueno, si no se les da todo lo que desean y tienen en sus hogares, además de una experiencia en vivo, es un fracaso”, dice.

Las nuevas generaciones interactúan de nuevas formas con el evento deportivo. No quieren simplemente ir a vivir la experiencia: quieren poder compartirla, quieren llevarse un recuerdo. Atlanta Falcons, la franquicia de la NFL, trató de romper el paradigma: bajaron un 50% los precios dentro del estadio, y vieron que los fanáticos pasaron a gastar un 16% más. No fue el único impacto: 6.000 personas más por partido empezaron a entrar dos horas antes al venue para disfrutar de la previa. “Queremos que los fanáticos no se sientan estafados. Sabemos que cuando van al estadio gastan mucha plata. Y no queremos que la gasten en comida: buscamos que gasten los 40 dólares que suelen cobrarles por dos cocas y unas papas fritas en merchandising”, dice Darren Eales, presidente del Atlanta United.

Allí la cerveza vale cinco dólares y el perro caliente dos dólares. Si compran una Coca Cola, pueden hacer refill cuando quieran. Buscan que la gente consuma adentro. “Lo más importante es que quienes vienen al estadio se sientan apreciados y valorados: su energía, su tiempo y su pasión es muy apreciada por nosotros. Es una manera de agradecerles a ellos”, dice Arthur Blank, dueño de Atlanta Falcons y Atlanta United.

El desafío, en definitiva, no es que el fanático venga al estadio: es que quiera volver. Un fanático que vive una buena experiencia en el estadio es un fanático más vinculado con el equipo.



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