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Así será el mundo en 2030

Así será el mundo en 2030
África será un banco de pruebas para la convivencia entre humanos y robots

Publicación:16-03-2020
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El aprendizaje automático ha avanzado muchísimo en la última década, pero el crecimiento de la productividad de EE. UU. ha disminuido un 50 % desde 2004.

La IA aumentará sustancialmente la productividad

No es raro que las nuevas y potentes tecnologías de propósito general primero experimenten una reducción del crecimiento de la productividad seguirá de un aumento. Lo que hace falta es tiempo. La máquina de vapor dio paso al auge de la industrialización. Con la electricidad, las fábricas se reinventaron. No hay duda de que los ordenadores cambiaron muchos aspectos de la sociedad, pero 25 años después del inicio de Amazon, el comercio electrónico sigue representando solo una pequeña parte del comercio minorista total. Del mismo modo, el aprendizaje automático tardará un tiempo en propagarse a través de la economía. Se necesitan inversiones en las nuevas habilidades y negocios que estén dispuestos a repensar fundamentalmente sus cadenas de suministro, sus relaciones con los clientes y los tipos de productos y servicios que ofrecen. Mientras lo hagan, el aumento de la productividad vendrá de la esfera online.

África será un banco de pruebas para la convivencia entre humanos y robots

Del mismo modo que Kenia fue el lugar donde las tecnologías de pago digital despegaron, creo que se convertirá en un campo de pruebas para estudiar cómo las personas interactúan con la inteligencia artificial (IA) y los robots. Las barreras de entrada son bajas y hay pocas leyes o costumbres sociales en torno a la IA, por lo que es como una pizarra en blanco para los experimentos de convivencia entre los seres humanos y máquinas. En Kinshasa (República Democrática del Congo), hace casi 10 años, instalaron guardias de tráfico robóticos y la gente les hacía más caso que a la policía humana, porque los robots no eran corruptos. Hay un gran potencial para las aplicaciones de IA localizadas que ayuden a África a lidiar con los problemas africanos, lo cual es importante porque para 2050, una de cada cuatro personas del mundo será africana.

Los consumidores tendrán más poder y más protección

Los consumidores serán miembros de los fondos de datos y de las cooperativas que podrían salvaguardar sus derechos, negociar en su nombre sobre cómo se usan sus datos, alertarlos sobre cómo se analizan y controlar a las organizaciones que los utilizan. Por ejemplo, los consumidores podrían querer que sus respectivos fondos de datos se conecten directamente con los agricultores que garantizan el uso de prácticas sostenibles de cultivo. De esa forma, obtendrían mejores precios y más información sobre lo que compran; los agricultores podrían obtener datos y garantías sobre los patrones de compra y diferenciar sus productos. Este “campo común de datos agrícolas” podría generar innovación de productos y servicios que ofrecerían más opciones a los consumidores y provocaría una mayor sostenibilidad.

El dólar dejará de ser la moneda de reserva mundial

El dólar es la moneda de reserva debido a su estabilidad. Si compañías de dos países diferentes firman un contrato con pago a 90 días, la transacción será en dólares para protegerla contra las fluctuaciones del tipo de cambio. Pero cuando se trata de monedas digitales con contratos inteligentes programables que se pueden convertir a una tasa acordada y mantener el pago en custodia hasta su vencimiento, el dólar dejará de ser necesario. Esto significa que disminuirán las ventajas para las empresas tradicionales de EE. UU., pero las empresas innovadoras, descentralizadas y de mentalidad global aumentarán su éxito.

Reconoceremos la fragilidad de las infraestructuras del siglo XX

Durante las últimas seis semanas, mi país ha estado en llamas, y creo que 2030 se parecerá al mundo en el que vivo ahora. Primero, el clima está cambiando cada vez más rápido. En segundo lugar, los australianos de repente se han visto obligados a pensar mucho más sobre cómo aumentar la accesibilidad tanto a sus datos personales como a los del Gobierno para obtener proyecciones de incendios a tiempo, solicitudes de evacuación, informes de calidad del aire, etcétera. Así que, ahora las preguntas sobre los datos que antes solo nos planteábamos los que nos dedicábamos a la tecnología se han generalizado. Y al final, tendremos que lidiar con el hecho de que todas las infraestructuras del siglo XX (electricidad, agua, comunicaciones, la sociedad civil) son frágiles, y esta fragilidad hará que en el siglo XXI sea más difícil cumplir lo prometido.

Cultivaremos plásticos y otros materiales

“Necesitamos modos alternativos del trabajo decente: atención infantil, asistencia sanitaria, cuidado de ancianos, educación”.

Durante los últimos 80 años o 90 años, nuestra innovación en materiales ha sido impulsada por el petróleo, combinando sus compuestos para crear combustibles, plásticos, medicamentos, etcétera. Creo que recordaremos la década de 2020 como una década de innovación impulsada por la biología. Las plantas de ingeniería genética para sintetizar compuestos químicos abren un espacio de diseño exponencialmente más grande que el petróleo, para crear nuevos materiales que nos permitirán vivir de manera más sostenible e impulsar la economía hacia adelante. Es algo que ya está empezando: una de las empresas en las que invertimos fabrica un microbio que produce un sustituto de aceite de palma, por ejemplo. Todo esto es posible gracias a enormes aumentos en la potencia informática y en la IA que permiten modelar y diseñar las rutas metabólicas necesarias.



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