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Transforma gentrificación zona Centro de Monterrey

Transforma gentrificación zona Centro de Monterrey
La doctora en sociología del IINSO de la UANL Rebeca Moreno Zúñiga observa una planeación incorrecta en el rediseño del Centro de Monterrey.

Publicación:16-09-2020

TEMA: #UANL  

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La gentrificación en Nuevo León data desde los años 80 con la creación de la Macroplaza y sigue hasta la fecha con la construcción de proyectos verticales.

Monterrey no es el mismo de hace 10 diez años, pues, al mismo ritmo de la población, la ciudad se ha ido transformando a través de diversos procesos como la gentrificación, un concepto que se utiliza con frecuencia en ciudades en crecimiento a nivel mundial.

El fenómeno de gentrificación ocurre propiamente cuando una zona se vuelve atractiva para un sector económico, por lo que se modifica su fisonomía, produciendo el aumento de rentas y, en mayor medida, el desplazamiento de los vecinos que habitaban el lugar por otros con mayor poder adquisitivo.

Este proceso es definido por la doctora en sociología Rebeca Moreno Zúñiga como “la reconquista de las áreas centrales de las ciudades, la cual se da, sobre todo, por el poder económico, mediante inversionistas privados, aprovechando en algunas ocasiones un uso diferente del suelo que se dicta desde las instancias gubernamentales”.

La liberación del Centro de Monterrey

Mientras que el Plan de Desarrollo Urbano de Monterrey 2013-2025 plantea una política de redensificación del Centro de la ciudad, la doctora del Instituto de Investigaciones Sociales (IINSO) de la UANL Rebeca Moreno Zúñiga menciona que este proyecto muestra a esta zona en decadencia.

“Parte de la idea de que hay muchos predios abandonados y que no hay habitantes y que este es un Centro abandonado, en decadencia, aunque en realidad esta cuestión de la decadencia es un discurso que se ha dado desde los años 80, es un discurso que se utilizó para construir la Macroplaza”.

Rebeca Moreno Zúñiga-  Doctora en Sociología

De acuerdo con el Censo de 2010, realizado por el Instituto Nacional de Estadística y Geografía (INEGI), se registraron 3 mil 200 viviendas no habitadas en el Centro de Monterrey, lo cual se debe, de acuerdo con Moreno Zúñiga, a que estas propiedades se encuentran intestadas o no hay reglamentación en la estimación de su costo.

Gracias a las facilidades en los permisos de construcción y de uso del suelo se ha permitido que el 24% de los proyectos verticales se desarrollen en el Centro de Monterrey.

Ante esto, el gobierno ha cambiado el uso de suelo de estos sitios y las disposiciones reglamentarias para facilitar la inversión privada en ellos.

“Hay una liberalización a las trabas a la inversión donde el Estado ha cambiado el uso de suelo, donde se habla de usos mixtos del suelo para invertir o que haya una inversión inmobiliaria en la zona”, expresó la doctora en sociología.

Proyectos verticales: ¿una necesidad?

El desarrollo de proyectos verticales en el estado suponía la solución a los problemas de vivienda, sin embargo, el elevado costo de su adquisición y el sobreconsumo de recursos lo ha impedido, aunado a las repercusiones sociales que conlleva un proyecto de este tipo en la zona céntrica de una ciudad.

“Son departamentos muy caros, pensados para un sector de clase media-alta y alta, pero falta ver si ese sector va a llegar allí. También se habla de que va a resolver el problema de movilidad, pero ahora que la gente habita en el Centro, lo que está viéndose es que se va a llenar de tráfico, de carros, que las redes, por ejemplo de agua potable, no van a ser suficientes, que las cuestiones eléctricas tampoco lo van a ser cuando llegue toda la gente”.

Rebeca Moreno Zúñiga

En el libro Espacio metropolitano contemporáneo. Posiciones, desafíos y propuestas de acción, la doctora en sociología, junto con el doctor en Ciencias Sociales Mario Alberto Jurado Montelongo, expone que hasta la fecha en la zona Centro de Monterrey se han construido 12 torres de usos múltiples que albergan viviendas, comercios, oficinas y amenidades, de los cuales seis ya cuentan con residentes y la mayoría de estos proyectos se ubican cerca de las avenidas con mayor flujo vehicular.

Una estética volcada al interior

Unos de los lados positivos de la gentrificación es el cambio de vista de esta parte de la ciudad, pero hasta el momento la estética que plantea el proceso en conjunto no se ha visto en la ciudad.

“Sí hay una estética, pero solo se respeta hacia el interior de las torres de departamentos, que tienen amenidades como gimnasios o zonas para reuniones o albercas.

“No obstante, esto requiere un cambio, entre otras áreas, de todo su cableado para que sea subterráneo, pero ves afuera y lo que hay es un montón de cables cruzados. Vas a ver banquetas destruidas o con alturas diferentes o invadidas por estos postes de la luz, porque en realidad no hay una estética que esté cambiando el Centro”, observó Moreno Zúñiga.

La resistencia a la gentrificación

Para la candidata al Sistema Nacional de Investigadores del Conacyt Rebeca Moreno Zúñiga, la gentrificación en la entidad no se ha planeado correctamente.

“No es una gentrificación muy pensada, sino que se está dando de un modo fortuito: aquí se construye una torre, aquí otra, pero también hemos observado que hay grupos de activistas que tienen otras propuestas”.

Rebeca Moreno Zúñiga

Si bien el Estado ha desarrollado algunos proyectos culturales de gran envergadura en el Centro de la zona metropolitana de Monterrey, como el Festival Internacional Santa Lucía, a la par han surgido iniciativas ciudadanas propias de un estilo de vida de estudiantes, artistas y activistas que contrarrestan la gentrificación de esta zona.

Y es que aunque el proceso de gentrificación beneficia a la gente con mayor poder adquisitivo, el resto de la población puede apropiarse del Centro con sus actividades cotidianas.

“La gente también responde y esto que estamos viendo con los artistas, los activistas que están en el Centro, es una respuesta, digamos, están resistiendo al proceso de gentrificación”.

Rebeca Moreno Zúñiga

Por: Gabriela Ortiz  



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