Requieren estudiantes 4 competencias para educación virtual

Además de manejar adecuadamente la tecnología, el estudiante virtual necesita adquirir cuatro competencias básicas para llevar su aprendizaje al máximo nivel, aseguró Irma Flores Alanís, Coordinadora de la Maestría en Innovación Educativa de la UANL.

Para adoptar eficazmente el modelo de educación virtual se requiere que el estudiante adquiera cuatro competencias mínimas, aseguró Irma María Flores Alanís, Coordinadora de la Maestría en Innovación Educativa de la Universidad Autónoma de Nuevo León.

El confinamiento a causa del COVID-19 generó que la educación a nivel mundial se transformara. De acuerdo con datos del Instituto Nacional para la Evaluación de la Educación (INEE), en México, 30 millones de estudiantes de todos los niveles suspendieron sus clases para resguardarse en casa.

Esta medida llevó a las instituciones de educación a replantear sus formas de enseñanza, donde el uso de la tecnología ha sido clave para continuar con la formación de los estudiantes.

ero para hacer frente a esta situación, la investigadora de la Facultad de Filosofía y Letras de la UANL explicó que las nuevas generaciones de estudiantes virtuales necesitan adoptar ciertas competencias que les permitan llevar su aprendizaje al máximo nivel.

“El aprendizaje lo adquiere el alumno, el maestro es quien lo enseña, o proporciona la información para que el estudiante lo aprenda.

“Para esto, el alumno debe tener desarrollada la competencia de búsqueda de información adecuada, válida, con rigor científico, que le proporcione más información para que pueda ser aprehendida y así se adquiera la formación”, explicó Flores Alanís.

Competencias

1. Manejo de la tecnología.

Los estudiantes deben tener dominio de las plataformas educativas, así como de las interfaces requeridas para el trabajo escolar.

2. Estudio independiente.

El estudiante debe tener desarrollada la capacidad de buscar información, de no quedarse con lo que señale el docente en las sesiones virtuales; además, debe organizar sus tiempos de manera adecuada para no dejar todo a último momento, ya que esto lleva a la desorganización, estrés y mala calidad en los trabajos entregados.

3. Pensamiento crítico.

Para discriminar la información falsa y encontrar fuentes primarias o de alto impacto académico-científicas, así como la capacidad de refutar, reflexionar y tomar postura sobre lo que se presenta.

4. Comunicación escrita.

Esto es fundamental, porque es la manera en que el estudiante se va a comunicar con el profesor y sus compañeros de clase; al no saber escribir correctamente, no utilizar los signos de puntuación, se puede cambiar todo el sentido de las aportaciones en las actividades entregadas. Ojo, la manera de escribir delata la forma en que tenemos organizado el pensamiento, y sobre todo el manejo del contenido.

“Es importante rescatar la organización del tiempo, leer, buscar información, hacer y repasar apuntes, poner en práctica lo aprendido y así puede mejorar el aprendizaje, pues estos hábitos son fundamentales en cualquier ambiente de aprendizaje”, precisó la Doctora en Educación por Loyola University Chicago.

Lectura, escritura y reflexión, clave para desarrollar competencias

Habilidades como la lectura, escritura y reflexión son fundamentales para desarrollar el pensamiento crítico. A partir de ello, el estudiante tiene la oportunidad de comprender y tomar su postura sobre algo.

“El pensamiento crítico se desarrolla día a día, pensando, compartiendo con los demás las ideas, dialogando y argumentando”, precisó Irma Flores, profesora de la UANL.

Una vez que el estudiante cuenta con pensamiento crítico, podrá buscar información valiosa en el lugar correcto; indagar en bases de datos como Redalyc, DiaInet, Ebsco, Scielo, entre otras.

“Además, ese pensamiento crítico te permite discriminar lo importante de la información y no caer en noticias falsas o poco fiables”, puntualizó.