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Marca tragedia y política la vida de Joseph Biden

Marca tragedia y política la vida de Joseph Biden


Publicación:09-11-2020
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Ha dicho en sus memorias que la experiencia lo convirtió en el tipo de hombre que es.

Ciudad de México / El Universal Joseph Robinette Biden, Jr., nació el 20 de noviembre de 1942 en Scranton, Pensilvania. Actualmente tiene 77 años. Es el primero de cuatro hermanos. Su esposa es Jill Tracy Biden. Sus hijos son Hunter Biden, Beau Biden (fallecido), Ashley Biden, Naomi Christina Biden (fallecida).

VIDA EN DELAWARE Y EDUCACIÓN

En 1953, la familia Biden se mudó de Pensilvania a Claymont, Delaware, donde posteriormente desarrolló su carrera política. Fue tartamudo desde su niñez y hasta los 20 años, por lo que le cuesta trabajo expresarse y articular las ideas mediante el habla. En febrero de 2020, dijo ante las cámaras de CNN que mientras crecía se sentía avergonzado por su condición. A The Atlantic confesó que le costaba pronunciar la letra “S” y que, aunque no recordaba detalles específicos, sí recordaba el “sentimiento” que le generaba. Joe Biden recuerda que su madre le dijo “No dejes que eso te defina” y así fue como poco a poco empezó a practicar discursos frente al espejo. Sobre todo durante su ascenso político. El demócrata se graduó de la Facultad de Derecho de la Universidad de Delaware y Syracuse y sirvió en el Consejo del Condado de New Castle. El inicio de su vida política coincide con la tragedia personal Joe Biden comenzó a ejercer como abogado en 1969 en la ciudad de Wilmington, en Delaware. A los 29 años se convirtió en uno de los senadores más jóvenes en acceder al cargo. Su vida en el servicio público rendía frutos rápidamente, pero fue entonces cuando la tragedia llegó. The Hispanic Council narra que, apenas unas semanas después de su elección para el Senado, la entonces esposa de Joe Biden, Neilia, así como su hija de un año, Naomi, murieron y sus dos hijos pequeños resultaron gravemente heridos en un accidente automovilístico. “El entonces senador Biden, prestó juramento al Senado de Estados Unidos en el hospital en el que se encontraban sus hijos”. Este hecho lo devastó. Pero en sus memorias dice que sólo mirar a sus hijos sobrevivientes lo inspiró a seguir adelante, en un momento en el que había llegado a comprender cómo algunas personas podían considerar el suicidio no sólo como una opción, sino como una opción racional. Joe Biden fue senador de Delaware durante 36 años, miembro de alto rango del Comité Judicial del Senado durante 17 años. También fue miembro de alto rango del Comité de Relaciones Exteriores del Senado durante 12 años y se desempeñó en la configuración de la política exterior de Estados Unidos. En febrero de 1988, Joe Biden sufrió dos aneurismas cerebrales potencialmente mortales, pues son ensanchamientos anormales en las arterias. Ha dicho en sus memorias que la experiencia lo convirtió en el tipo de hombre que es. Biden fue el vicepresidente de los Estados Unidos durante la administración de Barack Obama, de 2008 a 2016. Sus principales causas adoptadas fueron impulsar la economía de la clase media y supervisar proyectos de política exterior. La tragedia invadió de nuevo a la familia cuando su hijo Beau fue diagnosticado con cáncer en 2013 y falleció por el glioblastoma en 2015, justo cuando aspiraba al cargo de gobernador de Delaware. “Sabemos que el espíritu de Beau sobrevivirá en todos nosotros, en especial a través de su valiente esposa, Hallie, y sus dos hijos destacables, Natalie y Hunter”, dijo el entonces vicepresidente de Estados Unidos tras la muerte de su hijo. Joe Biden participó en la carrera electoral de 2020 para competir por la presidencia de Estados Unidos contra Donald Trump.

¿QUIÉN ES LA ESPOSA DE JOE BIDEN?

La próxima primera dama de Estados Unidos, Jill Biden, no es ajena al resplandor de los focos políticos. Su esposo Joe Biden era parte de Washington cuando lo conoció, y ella ya fue la segunda dama de Estados Unidos. Pero ahora que Joe Biden ganó la presidencia, su esposa tendrá la oportunidad de impulsar el papel de primera dama en el siglo 21, manteniendo su trabajo de tiempo completo como profesora. En los 43 años que lleva casada con Joe Biden, ha sido desde siempre una asesora de confianza de Biden, senador de Delaware y exvicepresidente de Barack Obama, que derrotó al presidente republicano Donald Trump. Como primera dama, se espera que trabaje en cuestiones de educación y relance “Joining Forces”, una misión para movilizar a las familias de militares que ella y Michelle Obama comenzaron en 2011. Pero Jill, una rubia y menuda mujer de 69 años, también es profesora, madre, abuela y el gran apoyo de Biden, de 77, después de la tragedia que él vivió hace casi cinco décadas.

MADRE Y PROFESORA

La pareja se casó en 1977 y ella se convirtió en la “mamá” de sus hijos Hunter y Beau. Los Biden tienen una hija, Ashley, que nació en 1981. Mientras criaba a su familia, Biden obtuvo dos maestrías y eventualmente un doctorado en educación. Ahora enseña en Northern Virginia Community College.

“DURA Y LEAL”

La pareja ha pasado por dos carreras presidenciales fallidas, ocho años en la vicepresidencia, la muerte de Beau Biden tras una batalla contra el cáncer y ahora, una exitosa campaña presidencial. “Ella nos volvió a unir”, dijo Biden en un video difundido en agosto durante la Convención Nacional Demócrata, mientras describía el impacto de Jill en la familia marcada por el drama. “Es endemoniadamente dura y leal”.

SEGUNDA DAMA Y EN CONSTANTE CAMPAÑA

Jill Biden asumió el papel de segunda dama en 2009 cuando Obama llegó al poder, participando en eventos de alto perfil con su esposa Michelle y desarrollando un estilo cercano para hablar en público. Durante la tercera carrera de su esposo por la Casa Blanca, fue una de sus sustitutos más efectivos y contundentes. Hizo campaña incansablemente, en Iowa y New Hampshire al inicio de las primarias y en Florida y Michigan en la recta fi-- nal, a menudo encabezando eventos más pequeños. Presentó a su esposo como el candidato quemejor atraía no solo a los demócratas moderados, sino también a los independientes y republicanos decepcionados con Trump. En marzo, se reveló como protectora de su marido en un evento en Los Ángeles, en el que lo defendió de dos manifestantes que se abalanzaron sobre el candidato en el escenario. “Estamos bien”, le dijo para tranquilizarlo. En su discurso de la convención demócrata, en un salón de clases en una escuela secundaria de Wilmington donde enseñó inglés en la década de 1990, dio fe del carácter, las capacidades y el corazón de su esposo.



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