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"Los mariachis callaron" como consecuencia a la pandemia

Los mariachis callaron como consecuencia a la pandemia


Publicación:20-09-2020
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Los mariachis que se congregaban en diversas plazas tuvieron que desalojarlas, quedándose sin sustento.


CIUDAD DE MÉXICO.- "Los mariachis callaron", expresa con dolor José Alfredo Jiménez en "Ella", una de sus más emblemáticas canciones. Pero en 2020 no fue el desamor lo que provocó que estos músicos apagaran su canto, sino un virus que ha cobrado la vida de más de 71 mil personas en México.
Con el confinamiento para frenar la pandemia de Covid-19, quedaron suspendidas las reuniones sociales y los mariachis que se congregaban en diversas plazas tuvieron que desalojarlas, quedándose sin sustento.
De acuerdo con Dulce Ordóñez, presidenta de la Fundación Cultural del Mariachi, los músicos pasaron de trabajar hasta ocho horas los viernes, sábados y domingos, y dos o tres horas entre semana, a suspender totalmente su actividad.
"Tenemos a varias familias involucradas en un mismo grupo, que se han dedicado por generaciones a la música; también tenemos varias madres solteras y, para la mayoría, es la única actividad que ejercen", señaló.
"Durante la pandemia tuvimos algo de trabajo principalmente en panteones, donde los deudos nos contrataban para dar una última serenata a su difunto. Pero muchos han tenido que buscar otras alternativas de sustento, como vender pozole o pizzas".
Algunas organizaciones del sector llevaron a cabo la campaña Canción por Donación, en donde recibieron el apoyo de empresas como Mercado Libre, y escuelas de mariachis de Estados Unidos, el Mariachi Sol de México, el Conservatorio de Nueva York y artistas como Ana Bárbara y Aída Cuevas hicieron aportaciones. Por parte de autoridades capitalinas han recibido el seguro de desempleo y vales de despensa.
Con el cambio a semáforo naranja, los mariachis han podido regresar a las plazas para buscar trabajo, pero continúa escaso, porque no hay turismo y siguen las restricciones para las reuniones sociales. Asimismo, con las limitaciones que tienen los restaurantes para su operación en cuanto a la cantidad de personas, es difícil que les abran las puertas.
Ordóñez indicó que con la reapertura económica, han logrado reactivar su trabajo al 25%, pero las expectativas hacia el futuro siguen siendo reservadas.
"Ya nos perdimos fechas importantes como el Día de la Madre, del Padre y toda la temporada de graduaciones. El 10 de Mayo tuvimos un poco de actividad, algunos compañeros anduvieron dando serenatas, pero fue cuando se propagó más el Covid-19 y tuvimos muchos infectados. Hemos perdido a 60 compañeros por la enfermedad sólo en la Ciudad de México", expuso.
El sector pone su fe en diciembre, el mes más fuerte debido a las fiestas de fin de año.

Adaptarse o morir


Para Miguel Bolaños Díaz y su mariachi Alma de México, la alternativa ha sido renovarse o morir. Ante ello, ha tenido que hacer ajustes, y si antes en sus presentaciones participaban siete elementos, se ha reducido a cinco. Además, el precio de sus servicios se ha visto afectado, teniendo que bajarlo entre 25% y 30%.
Mientras antes se limitaba a la Ciudad de México, ahora están dispuestos a ir a municipios aledaños como Cuautitlán, Huixquilucan, Atizapán, entre otros. También han sabido aprovechar las ventajas que da la tecnología y sumaron a su oferta las serenatas en línea.
Tanto Ordóñez como Bolaños Díaz tienen confianza en que pronto los mexicanos regresarán a sus actividades normales y sólo piden que volteen a ver al mariachi para a alegrar las fiestas. "Todo mundo sabe que cuando se escucha un mariachi, se escucha el latir del corazón de México, y no nos van a abandonar", concluyó Bolaños Díaz.
Pese a que es un sector de gran tradición y a que muchas familias subsisten de éste, no hay registros oficiales sobre cuántas personas se dedican a este oficio.
De acuerdo con Bolaños Díaz, tan sólo en la Ciudad de México existen alrededor de 6 mil grupos, y considera que Guadalajara y Monterrey podrían albergar cifras cercanas, pero no puede dar un estimado sobre todo el país.
Respecto a los ingresos, una agrupación pequeña puede cobrar 3 mil pesos la hora, con un salario promedio diario por músico de hasta 500 pesos; aunque existen conjuntos que salen al extranjero y suben su tarifa a 30 mil pesos por hora, o algunas de renombre que pueden llegar a cobrar hasta 200 mil pesos por una actuación de dos horas.

Origen
El son particular que da pie al mariachi nació en Cocula, Jalisco, y fue creado como una expresión de adoración a la Virgen de la Pila. Surge de la mezcla de tres principales influencias musicales: la de los pueblos indígenas, la europea y la africana. En sus cantos fusionaron guitarras y violines con las caracolas, teponaztlis, flautas de carrizo y otros instrumentos indígenas; y es a finales del siglo XVII cuando se inventan instrumentos como la vihuela y el guitarrón para sustituir al laúd y al contrabajo, lo que le dio una personalidad propia. En el Porfiriato, el mariachi llegó a la Ciudad de México.



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