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Crece pesimismo empresarial

Crece pesimismo empresarial
Empresas

Publicación:14-04-2020
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Sobre el empleo formal debe haber apoyo a las empresas, porque son los negocios los que las generan

Ciudad de México.-  La falta de acciones gubernamentales para evitar afectaciones en la población y en el sector productivo lleva a diversas consultorías y bancos a estimar una caída del PIB de más de 11% en México, por lo que es urgente que el gobierno reconsidere, dijo el Centro de Estudios Económicos del Sector Privado (CEESP). Para mitigar los efectos de la emergencia sanitaria por el Covid-19 sobre el empleo formal debe haber apoyo a las empresas, porque son los negocios los que las generan, explicaron los economistas en el Análisis Económico Ejecutivo semanal. “Si bien es cierto que el énfasis debe ponerse sobre las empresas más débiles, que en general son las más pequeñas, el enfoque no debe ser sólo ése. Si bien es cierto que las microempresas (hasta 10 trabajadores) generan el 38% del empleo formal y las pequeñas (entre 11 y 50) el 15%, las empresas grandes (más de 250) emplean al 32% y las medianas (entre 51 y 250) al 16%”, afirmaron. Sin embargo, en el gobierno predomina la idea de apoyar a los más pobres y eso incluye a las empresas más pequeñas, “pero eso puede no ser acertado, pero es importante reconocer que, si bien las empresas más grandes pueden contar con un poco más de liquidez y recursos para lidiar con las primeras etapas de la crisis, muchas de ellas -a la larga todas- requerirán apoyo a fin de mantener su planta laboral y aunque sea parcialmente, su nómina”. El problema es que las decisiones del gobierno ya llevaron a un pesimismo generalizado de las expectativas, y parece “vital” y urgente un programa de alivio a la crisis y de apoyo a la recuperación pronta para mitigar los efectos sobre la planta productiva y la población. Los programas de apoyo dejan fuera a las grandes empresas, las cuales en algún momento enfrentarán problemas de solvencia durante la emergencia y ello las orillará a reducir su nómina significativamente si no reciben facilidades fiscales y en el pago del Seguro Social. Los economistas del CEESP explicaron que necesariamente se requieren un programa de apoyo para toda la planta productiva. “No hay que confundirse: un programa bien operado con estas características beneficiaría finalmente y en más de una forma al bienestar de los hogares, principalmente a los de menores recursos”.

La Confederación Patronal de la República Mexicana (Coparmex) afirmó que la economía nacional requiere un plan de rescate acorde a la realidad de la nación, “que se construya con base en la ciencia económica y las mejores prácticas internacionales, y no sobre prejuicios ideológicos”. Al cuestionar la inactividad gubernamental frente a la emergencia sanitaria, convocó al Ejecutivo a utilizar las herramientas fiscales, presupuestarias y de concertación social, para evitar que cientos de miles de personas vean desaparecer sus trabajos y millones de mexicanos empobrezcan por la pérdida del ingreso familiar. En el mundo, expuso, los gobiernos de Brasil, Perú, El Salvador, Chile, Colombia, Perú, India, Canadá, Corea del Sur, Alemania, Estados Unidos, entre otros tantos, han aplicado incentivos a sus economías para lograr una pronta recuperación. No en vano Estados Unidos ha inyectado a la economía más de dos billones de dólares, lo que equivale a más de 10 por ciento de su PIB. Argumentó que la mayoría de los países de la región gasta cantidades históricas para pagar los salarios de empleados, tanto del sector público como del privado, que no podrán trabajar durante los periodos de aislamiento. En cambio, comentó que en México el gobierno no quiere solventar los costos de un buen plan de mitigación de la crisis por la que ya atraviesa el país.

La estrategia se concentra en los programas sociales que ya se aplican en la actualidad, a la emisión de 22 millones de créditos menores y de igual manera a un número seleccionado de ciudadanos en el padrón de la asistencia social. “La clave para experimentar una crisis transitoria está en las medidas que se implementen para proteger el empleo. Si el gobierno mexicano se mantiene en la inacción, podríamos estar hablando de pérdidas de alrededor de entre un millón a 1.5 millones de empleos formales”. Detalló que durante la crisis de 2009, el porcentaje de la población en pobreza pasó de 44.4 a 46.1 por ciento, y tomó una década borrar este efecto y recuperar la tendencia a la baja, y todo este esfuerzo se podría esfumar.



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