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Pablo Ahmad y su cariño por el bandoneón...

Pablo Ahmad y su cariño por el bandoneón...
El músico y compositor Pablo Ahmad llegó a México

Publicación:28-02-2020
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El artista argentino nos relata su itinerario musical, tanto desde sus primeros años de formación en Buenos Aires, como también con respecto a su migración

México.— El músico y compositor Pablo Ahmad llegó a México hace casi 20 años. Originario de Argentina, a nuestro país arribó como bandoneonista e intérprete de tango, estilo musical que, junto con los boleros, aprendió de su madre. Pero inicialmente su inclinación por la música lo había hecho amar al piano, desde su formación clásica... posteriormente surgió su gusto por la guitarra, que ahora toca con la misma alegría que le pone al bandoneón. Al lado de su cuarteto de tango y rock, Ahmad ofrecerá un concierto.

      Su actuación será como un buen vino, dice Ahmad acerca de su presentación en la Plaza de la Vizcaínas, ubicada en la Alcaldía Cuauhtémoc. Habrá no sólo espacio para deleitar los oídos, sino también la vista (con un conjunto de danza) y, desde luego, también para las emociones. En dicho concierto se interpretarán piezas tanto de su álbum anterior grabado durante 2017 y titulado Un poco de tango y un cacho de todo, como del más reciente dedicado a Gastón Martínez Matiella, fundador de la Academia Mexicana de Tango, por el 25 aniversario de esa organización.

      “Sonarán las canciones de siempre, como ‘Mi bandoneón y yo’, de Rubén Juárez, uno de mis referentes, que en esta obra le canta al instrumento y lo que es para él: ‘A veces se me hace,/ Que nació conmigo,/ Y durmió en mi cuna/ Pegao a mi piel,/ Que fue mi juguete,/ Y mi perro de pibe,/ Y toda la infancia/ La corrí con él,/ Que anduvimos juntos/ A torro y milonga,/ Desvelo y bohemia,/ Cigarro y café,/ Y a veces rodamos,/ Maneaos, por el suelo/ Y nos levantamos con la misma fe’...”.

      También, dice Pablo Ahmad, tocarán una pieza que a estas alturas ya es un emblema para él: “Cacho de Buenos Aires (por esa puta costumbre)”, pues la gente se la pide mucho, ya que muchas personas la recuerdan cuando la interpretaba en la Fábrica de Tango. “Me acompañarán los músicos Juan Manuel Rodríguez, en la batería; César Coria, en el bajo; Damián Tuso, en guitarra y dirección, y Alejandro Gómez en los teclados. Y bailarán Valeria Lorduguin y José Luis Zamudio”.

      Ahmad se declara un irreverente de cara al tango, el cual para él es una música a la que le ha perdido el respeto, en el sentido de que puede combinarla con rock, cumbia, pop, balada o bolero. “Me doy esa libertad porque me siento muy cómodo. Por más que sea un cantor de tango y también bandoneonista y pudiera hacer nada más tango clásico, me tengo que animar a tocar todas estas cosas que otros no hacen porque son parte de mi formación, de lo que escucho, de mi época”.

      Lo que sucede, explicó, es que no está en contra de ningún género que sea representativo de su momento. Por ejemplo, recordó que durante los años ochenta, cuando Argentina iba saliendo de una dictadura, los jóvenes empezaron a escuchar, pero sobre todo a tocar rock. “Fue tan fuerte que en ese momento le ganó al tango. ¿Por qué? Porque el rock representaba la libertad. El rock era un género para poder decir lo que pensaban. El tango acompañó a otra época”.

Un cariño superior

Al rememorar esa otra época del Tango, Pablo Ahmad la describió así: “El tango es una música triste porque en el momento que se hizo, desde las primeras décadas del siglo XX, era una época de inmigrantes. En Argentina había... no sé, 500 hospitales y 700 escuelas, paralelamente funcionaban 2 mil 500 prostíbulos. Se trata de música que habla de tipos que están solos, que han dejado atrás a la familia, que se enamoraban de la prostituta”.

      Curiosamente, Ahmad llegó a México vía Mérida, Yucatán, donde comenzó su carrera... fue su primer amor, afirmó. Luego vivió en la Ciudad de México donde empezó a encontrar esto que ahora presenta en sus conciertos y en sus discos: clásicos como Gardel, sí, pero también temas de los años setenta y ochenta, de artistas como Sandro, Leonardo Favio, Piero Leo Dan, Palito Ortega y muchos roqueros. 

      “Empecé a componer un día a los 14 años. Me regalaron un disco de Gardel y no sabías qué cosa era eso que tanto me gustó. Fue algo desconcertante. Hoy mucha gente, para quedar bien, dice que le gusta Piazzolla. Pues a mí me gusta, claro, pero cuando empecé a decirlo mis amigos me hacían burla. A los 14 años iba cantando y rechiflando obras de Gardel”.

      El bandoneón fue el instrumento que llegó tocando a México. “Por eso dije vamos a ocuparlo un poquito más. Claro que este instrumento tiene una cosa especial para mí, pero también la guitarra y el piano: son mis compañeros. El bandoneón me ha dado tanto que quizás por eso le tengo un cariño superior”, comentó el músico mientras señaló con la mirada, en su estudio, todos los instrumentos que menciona.

      Ahmad ha tocado con Laureano Brizuela, Ricardo Montaner, La Sonora Santanera, pero los conciertos que más lo han marcado, como músico, son los que hizo al lado de Los Auténticos Decadentes en la Ciudad de México, Monterrey y Guadalajara, así como la ocasión que acompañó a Panteón Rococó en un concierto en la Arena México, ocurrido durante el año pasado.

      Pablo Ahmad, productor de sus propios discos y líder de su propia banda (el Cuarteto Tango Rock), estará tocando el 28 de febrero, a las 18:00 horas en la Plaza de las Vizcaínas, al aire libre. Ahí interpretará obras de tango, pero también música de rock de las décadas de los sesenta, setenta y ochenta.



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