El lujo de encerrarse a leer durante la pandemia

México,.— Estar en casa genera un sentimiento de culpa, reconoció el escritor Eduardo Rabasa, ya que después de ver las noticias sobre hospitales saturados, tener la oportunidad encerrarse en casa a leer es una cosa “de mucho privilegio”, aunque negó la concepción de que haya mucho tiempo para leer, pues actualmente él no se puede concentrar.

      En la charla "Contar hoy", transmitido desde el canal Dependientes de Lectores, también participó la escritora chilena, Alejandra Costamagna y el escritor, Eduardo Antonio de la Parra. Costamagna comparó el actual encierro que se vive en Chile con los últimos meses de revueltas y pensó que el confinamiento significaría el regreso a un estado ideal de escritura y soledad; no obstante, aseguró que el eco de los cinco meses de protestas en las calles sigue retumbando.

      De la Parra reconoció que su cotidianidad no se vio afectada e incluso manifestó que “si no hubiera habido contingencia, hubiera vivido casi igual”; pues consideró que el contexto de prohibición hace más difícil acatar el encierro. A diferencia de los otros autores, él sí ha aprovechado la cuarentena para leer y citó Cumbres borrascosas, de Emily Brontë, como uno de los grandes pendientes que ha podido finiquitar.

      Mariana H, quien fungió como moderadora entre los tres autores, matizó como válido alejarse de la lectura e incluso recomendó entregarse a sesiones de “televisión estúpida” por la gravedad de la urgencia sanitaria; en lugar de leer nuevos libros, recomendó releer obras ya conocidas porque tienen la garantía de que no aburrirán.

      De la Parra recordó los libros que se han escrito en el encierro, como El Apando, de José Revueltas, y anunció que actualmente trabaja en el arranque de una novela, aunque no ha podido darle continuidad. Eduardo Rabasa también compartió un nuevo trabajo; sin embargo, aclaró que todavía no logra superar el proceso de planeación porque la contingencia lo hizo replantearse la necesidad de escribir ficción.

      Finalmente, Alejandra Costamagna habló de Manuel Rojas como el gran clásico contemporáneo de las letras chilenas; recomendó su lectura pues habla sobre la precariedad material y emocional. De la Parra resaltó la dificultad de encontrar libros de ese autor por lo que hizo un guiño a las editoriales para tomarlo en cuenta.