Cafeína, una novela con claros y grises sobre lo humano

Ciudad de México.- Aventurarse en su primera novela y dentro de un mundo de ficción no fue una tarea sencilla; sin embargo, disfrutó escribirla y encontrar los matices de una historia difícil y espinosa, así lo compartió la periodista y escritora Maite Azuela, quien habló acerca de Cafeína, su más reciente libro.

      Durante la charla virtual realizada a través de las redes de Planeta de Libros México, la columnista compartió la temática de su escrito: explora una red de pornografía infantil en las escuelas de la Ciudad de México, así como las corruptelas de algunos grupos políticos; trabajo que le permitió abordar esta problemática a través de la ficción.

      Explicó que este libro es una mezcla permanente entre grises, luces y sombras, pues busca mostrar personajes sin filtros y aclaró que, aunque se trata de una construcción literaria, se aproxima a una realidad difícil vivida en nuestro país, algo que logró retratar con símiles, lugares y situaciones que pudo conocer a través de algunas entrevistas.

      “Se trata de testimonios reales que convertí en ficción, no sólo por el riesgo de contar estas historias, sino porque es necesario matizar la realidad y el horror. Las historias eran tan reales que debía buscar la manera de hacerlo para que no fuera tan cruda para el lector y para mí misma ... Estuve pensando mucho en esta condición humana, la cual narro en los diferentes personajes; creo que a todos nos da mucha curiosidad pues queremos entender nuestras propias sombras, en la medida en que comprendemos cómo se desenvuelven ellos y sus ambiciones”.

      Por ello redujo la dosis de esta condición humana que se vuelve desnaturalizada y lastimosa, mezclando anécdotas amargas con algunos destellos que mostrarán también la calidez y la esperanza, narrados en primera persona y a partir de la experiencia de "Cecilia", una de las protagonistas.

      “Lo que intenté fue hacer capítulos cortitos, estos traguitos pequeños que no quieres dejar de dar, es decir, terminas un capítulo y la idea es que te quedes con ganas inmediatas de abrir el otro... y el que sigue... y el que sigue... y la leas con cierta libertad, disfrutando los sabores contrastantes”.