Ya se ha dicho hasta el hartazgo que el cine mexicano comercial parece estar dividido por la mitad en producciones de comedia y de narcotráfico, por eso es que sorprende cuando aparece una película que apunta a ser taquillera con otro tipo de propuesta, tomando distancia del paradigma y el cliché, eso es lo que intenta "Señora Influencer".
La película cuenta la vida de ´Fátima´, una mujer adulta de 40 años que se comporta y viste como niña, que prefiere estar con las chicas a con las grandes y que pasa sus días encerrada en casa haciendo los quehaceres del hogar, en el que vive junto a su padre, un director de cine cuyos mejores días ya quedaron atrás y que provee de dinero y medicamentos cuestionables a su única hija.
A través de sus primeras secuencias, el cineasta y guionista Carlos Santos muestra a la protagonista como una persona inadaptada, no sólo por su comportamiento sino por el trato que recibe del resto en su trabajo, en casa y más tarde, en redes sociales.
La historia arranca cuando la mujer consigue un celular y consume mensajes y vidas espejismo a través de las redes, situaciones en las que ella cree sin cuestionarlas y, por medio de un intenso curso de superación, encuentra su verdadera vocación: Ser influencer.
En una referencia invertida a "Matrix" de las hermanas Wachowski, a ´Fátima´ le remueven las pastillas, unos presuntos calmantes color azul y le pasan su iPhone color rojo, como aquel emblemático encuentro entre ´Neo´ y ´Morfeo´, donde el sabio da a escoger al elegido entre "vivir" en la fantasía o descubrir y afrontar la realidad.
Aquí empieza el viaje de ´Fátima´ y termina el engaño publicitario de la película, pues se anunciaba como una cinta de comedia, pero en realidad subvierte la expectativa del público acostumbrado a ver producciones con este tipo de títulos y sinopsis, sin embargo, "Señora Influencer" es más mensaje que historia, más lección que película y termina cayendo por su propia ambición.
Si bien la actuación de Mónica Huarte es magnética, la puesta en escena no recrea la ficción, sino que sitúa a los personajes frente al espectador, rompiendo la cuarta pared y soltando mensajes maniqueos sobre la moral en redes sociales.
Para el director de "Chilangolandia" las redes son un mal, por ello todo es una farsa, una exageración de la virtud, donde no hay más que intenciones sospechosas y amistades falsas y cuando llega una persona honesta que quiere dar un mensaje real, sufre rechazo hasta el punto de caer en una espiral de venganza y crueldad desmedida.
El tono de "Señora Influencer" no termina de calibrarse, por ello es que pasa de ser un drama trágico sobre la libertad de una mujer a ser una película de terror que no busca meterle miedo al espectador, más bien tratar con crueldad a sus personajes, los cuales no terminan de funcionar porque no son más que vehículos para dar un mensaje, una crítica social.
Hacia el final nada ha cambiado, pese a la verborrea, no hay crecimiento o lecciones por aprender y el antecedente de ´Fátima´, una mujer con problemas de salud mental sólo estigmatiza a este sector de la comunidad.
"Señora Influencer" busca parecerse, quizás sin querer, a "Black Mirror", la exitosa serie distópica de Charlie Brooker acerca de nuestra relación con la tecnología, pero en lugar de narrar una historia cohesiva con la premisa y sus temas, busca aleccionar al público a través de mensajes erróneos, abarcando más de lo que puede apretar.
Director: Carlos Santos
Reparto: Mónica Huarte, Macarena García Romero, Diana Carreiro, Bárbara Lombardo, Memo Dorantes, Max Nieto, Leonardo Daniel