En el 2000, el famoso director Christopher Nolan irrumpió en la industria de Hollywood con "Memento", con la que abordaba la pérdida de la memoria a través del suspenso, explicando el argumento, pero manteniendo a la audiencia enganchada con la historia, valiéndose de un reparto carismático y un guion aparentemente zigzagueante que iba a donde tenía que ir, sin vueltas ni subtramas sobrantes que ralentizaran el ritmo del relato.
Ello, es todo lo que no pasa en la ópera prima de Adam Cooper, cinta protagonizada por Russell Crowe que cuenta la historia de un policía retirado, Roy Freeman, quien tiene serios problemas de memoria; paciente solitario de un tratamiento experimental para recuperar sus recuerdos, es decir, su vida y recluido en una casa tratando de mantener no sólo su cordura sino también su identidad.
La vida de Roy da un vuelco cuando lo buscan por un complejo caso de su pasado, en el cual habrían arrestado a un hombre inocente, situación que regresa al detective 10 años atrás en su carrera, enfrentándose a un panorama incierto.
Aunque fuera una historia ya vista, no es el qué, más bien, el cómo se va contando y ahí se encuentra el problema de "Recuerdos Mortales", en el guion, en la secuencia de imágenes que salta desde la gran pantalla hasta la mirada de los espectadores.
A través de subtramas que se enredan y entorpecen el ritmo, la cinta se olvida del suspenso para explicarse e intentar de tapar los agujeros creados por los trazos de su laberinto.
Si Russel Crowe llega a ser garantía, Karen Gillan se siente desperdiciada, con un personaje interesante, pero mal trabajado, como el resto de los nombres que rellenan una historia inagotable y tediosa.
Sin embargo, el mayor desacierto de Cooper llega hacia el final, cuando, por ir de lleno a la gran revelación, se olvida de la naturaleza de sus personajes y traiciona su planteamiento, dejando el caso a medias, pese a que en principio, este era muy fácil de resolver.
Director: Adam Cooper
Reparto: Russell Crowe, Karen Gillan, Tommy Flanagan, Harry Greenwood, Marton Csokas