El cine del director griego Yorgos Lanthimos es uno sobre el control y las relaciones interpersonales. En su más reciente película, "Poor Things", se nos presenta a una mujer al borde de un puente londinense, su ropa es un vestido azul que hace juego con la luz de la noche y su rostro es melancólico. A través de un plano cenital, observamos a la mujer dejándose caer a las corrientes de agua.
Luego de esa secuencia, la imagen cambia a blanco y negro para introducir una casa hecha mundo habitada por un científico atormentado por la traumática relación que tuvo con su padre cuando niño, una sirvienta que soporta pero cumple con la rutina y una joven muchacha que intenta mantener el equilibrio, comer con cubiertos y pronunciar palabras a medias. Junto a lo anterior, el lugar está lleno de cadáveres humanos y animales de fantasía, creaciones monstruosas para probar los límites de la ciencia.
La joven se llama 'Bella Baxter' (Emma Stone) y su padre, 'Godwin “God” Baxter', (Willem Dafoe) la creó quitándole el cerebro a una mujer embarazada recién fallecida y reemplazándolo por el cerebro del nonato en su vientre, ello, para aliviar la soledad que lo acompaña junto a un terrible malestar físico.
A través de secuencias con lentes de pescado, paneos rápidos y close-ups, Lanthimos y el director de fotografía, Robbie Ryan, nos cuentan el fantástico viaje de 'Bella', el cual abarca desde sus primeros pasos hasta el descubrimiento de la felicidad (a través de la masturbación), la sexualidad y las dinámicas de género en el mundo real, muy lejos de la increíble casa en la que “creció”.
Basada en la novela homónima de Alasdair Gray, “Poor Things” es una comedia negra sobre la humanidad vista desde la feminidad en una época victoriana colorida y ficticia que remite al género del steampunk. En él, 'Bella', interpretada a un nivel nunca antes visto en Emma Stone, irá comprendiendo al ser humano aventura tras aventura, conociendo a personajes memorables, quienes le irán enseñando lecciones acerca de la moral y el sexo. Todo mientras 'God' envejece en compañía de un joven pupilo llamado Max (Ramy Youssef) quien lo ve hacia arriba y le sigue a todas partes.
“Poor Things” es, en forma y fondo, una película de Yorgos Lanthimos, una sobre el control, en este caso, que los hombres imponen o pretenden imponer sobre las mujeres. Con cada nuevo encuentro, Bella va descendiendo en los escalones de la masculinidad hasta poner su vida en riesgo con un hombre deshumanizado por la peor faceta de la humanidad.
El blanco y negro termina cuando la joven abandona la mansión de ‘God’ junto a un tipo (Mark Ruffalo) que le promete la aventura de su vida, y en su lugar, empieza un festín de colores surrealistas que subrayan sus estados de ánimo. Bella es la inocencia que contrasta con la realidad, es idealista y pretende “mejorar” el mundo, sin embargo, durante su viaje, se dará cuenta de que es técnicamente imposible, al menos es lo que nos dice el cineasta, quien usa a sus personajes como marionetas, despojándolos de su autonomía para moverlos y llevarlos a su antojo.
La paleta de colores se concentra en los azules, para externar la tristeza que acarrean los personajes y los blancos y dorados para subrayar la nobleza de quienes van contra corriente. Junto a esto, se encuentra el arcoíris que acompaña a 'Bella' a donde quiera que va, sin importar demasiado las circunstancias que la rodean.
“Poor Things” es la mejor película de Yorgos Lanthimos, una de esas cintas que se marcan en la trayectoria de un director y, por si fuera poco, tiene la actuación más rompedora de Emma Stone, una de las actrices más versátiles de su generación, que toma un guion adaptado por Tony McNamara y lo convierte en un patio de juegos, un espacio para desembocar la fantasía a través de un mundo colorido, decorado e imperfecto, como quienes lo habitan.
Es una comedia negra que zigzaguea entre la ficción de una realidad colorida y fantástica y el subtexto verosímil acerca del día a día en las dinámicas de género.
Director: Yorgos Lanthimos
Reparto: Emma Stone, Willem Dafoe, Ramy Youssef, Mark Ruffalo, Christopher Abbott