Luego de una breve secuencia de acción, uno de los personajes de la cinta le dice al icónico arqueólogo y cazafortunas la frase: "El pasado nos pertenece, señor Jones" y, en otra escena, se dice algo similar a "El presente ya no es para hombres como nosotros", estos diálogos no sólo son líneas que dicen los villanos, también indican la naturaleza actual del famoso personaje interpretado por Harrison Ford: su tiempo ya pasó.
En esta nueva entrega dirigida por James Mangold, realizador de "Ford vs Ferrari" y "Logan", ´Indy´ vuelve a las andadas casi por accidente cuando un recuerdo se le presenta (en la forma de la siempre carismática Phoebe-Waller Bridge) para orillarlo a buscar un último tesoro: el mecanismo de Anticitera, de Arquímedes.
La película arranca con el héroe (rejuvenecido a través del un obvio CGI) siendo atrapado por los Nazis en 1945, y, luego de una frenética secuencia, golpes en la cara y situaciones graciosas, la película termina el prólogo para situarnos 30 años después, con un Jones tan empolvado como los tesoros que ha encontrado y cansado del mundo que le rodea casi tanto como Ford lo está de sus más famosos personajes.
Lo que Mangold nos cuenta desde ese momento y delante, es que Jones ya no pertenece al "nuevo mundo", caracterizándolo como una reliquia, condición que repite una y otra vez a través de escenas de acción y el diálogo.
Por ejemplo, si los enemigos de ´Indy´ van en motos, él va a caballo, si ellos sacan pistolas y ametralladoras, él utiliza su látigo, si van en un yate, él va en un barco casi hundido, y esto, Mangold lo añade porque el héroe no sólo pelea contra los ambiciosos nazis, también lo hace contra el tiempo y, así como el propio aventurero, la saga camina sobre la misma línea.
Línea forjada por Disney desde que compró Lucasfilm y desarrolló una turbulenta trilogía de "Star Wars", la cual basó toda su concepción en la nostalgia, nostalgia que ahora rige a la industria y evolucionó a tal punto de meter a los tres ´Spider-Man´ en una sola película bajo el pretexto del "multiverso", recurso que interesó pero mayormente usado para el fanservice y el ´eye candy´ que le encanta al público.
Lógicamente, "Indiana Jones" corresponde a otro Hollywood, y como no, siendo dirigido y producido por dos de los hijos predilectos de la industria, George Lucas y Steven Spielberg.
En tres de las cuatro cintas, Jones era el héroe encantador e infalible que salvaba al mundo y a la damisela en peligro a través de una aventura llena de acción y efectos prácticos, luego, en la cuarta entrega, Spielberg se permitió cambiar el rumbo del héroe, pero la cinta fue tan criticada por el público en general que Steven no volvió a tocar la franquicia, quedando encapsulada hasta una década después, ya bajo el régimen de Disney.
Ahora, con "La Llamada del Destino", Mangold pretende adaptar la reliquia a un Hollywood más actual, con un ritmo pausado por momentos, una protagonista y un ´Indiana´ más humano, sin embargo, el cineasta no puede evitar rendir tributo al icono en lugar de desafiarlo, a diferencia de lo que hizo Rian Johnson en el "Episodio VIII" y de lo que se intentó con la cinta anterior.
Y, finalmente, lo que entrega es una cinta que no suma ni resta a lo hecho por Spielberg cuatro décadas atrás y que además, convierte a una película de aventuras en un viaje plagado de efectos especiales y situaciones nostálgicas que llegan a transformar la memorable banda sonora de John Williams en un leitmotiv de otro cine, más simple y, aparentemente, más original que el de ahora.
La quinta y última entrega del aventurero estrena este jueves en salas de cine de todo el Área Metropolitana de Monterrey.
Director: James Mangold
Reparto: Harrison Ford, Phoebe-Waller Bridge, Mads Mikkelsen, Antonio Banderas