Boggeyman – El horror tangible

La cinta de terror de la semana ya se puede ver en la cartelera local

Hace cosa de diez años, muy consciente del alcance del internet y sus efectos, el cine de horror viró hacia una dirección más realista, ello tras toparse con una audiencia exhausta de los monstruos y los documentales falsos, es decir, de las situaciones inverosímiles. 

Producto de ese movimiento comenzaron a aparecer películas más contenidas y anecdóticas, quitando al monstruo como tal, al fantasma y al demonio para convertirlo en un vehículo hacia algo más próximo, interno, pero abstracto al mismo tiempo. 

Si Freddie, Jason, Myers y el Xenomorfo asustaron en los 70s y 80s, el Babadook, la Bruja y los dobles de Us aparecieron para renovar al miedo y aterrorizar a la audiencia moderna, no con imágenes grotescas, sino con la introspección, bajo una mirada reflexiva e íntima. 

Con "Boggeyman", su segunda película a la fecha, Rob Savage pretende mezclar "lo mejor de ambos mundos", el monstruo grotesco con el concepto personal y psicológico, uno, en la forma de una bestia de patas alargadas con ojos brillantes, y el otro en la interpretación del duelo, del amor fraternal que no pudo darse. 

La historia se centra en una familia rota, luego de perder a su madre, Sawyer y Sadie se distancian, igual que su padre, Will, un psicólogo que maneja su duelo tratando a sus pacientes, recurso que no apacigua su duelo. 

El día en el que las hermanas vuelven a la escuela, Will tiene un visitante bastante peculiar, uno que detonará el horror en la familia y comenzará el segundo acto de la cinta

Para contar la historia, Savage introduce al monstruo y a su peligrosidad desde la primera secuencia, pero lo hace a través del suspenso, sin mostrarlo y sin los golpes de efecto, el ´Coco´ no asusta, da miedo; no se ve porque se esconde en las sombras y, de ahí en adelante, su verdadero rostro estará oculto...hasta que no. 

El cineasta inunda la imagen con negrura en todo momento, quizás demasiado. La fotografía refuerza el tono lúgubre y las locaciones están siempre a oscuras, la cámara prioriza los planos generales, como si al ver a alguien frente a ti pudieras escudriñar algo más, escondiéndose en las esquinas de una habitación o apareciendo en el marco de una puerta. 

Conforme crece el duelo de la familia, la amenaza se vuelve más y más grande, hasta el punto en el que Savage y los guionistas, Scott Beck, Bryan Woods y Mark Heyman, ya no pueden esconder más a la criatura y tampoco son capaces  usarlo como analogía para el duelo, causando una desconexión entre lo que se ve y el significado detrás.

A partir de ahí, "Boggeyman" se olvida de la sutileza y comienza la acción. Hay que vencer al monstruo, con todo y que la idea detrás de este parezca invencible.

La cinta se aleja de lo nuevo y se enfoca en lo que funcionó antes, descartando la metáfora en favor de la acción efectista y los clichés más usados del género, ello, sin ahondar en sus personajes, pese a tener los elementos para realizarlo. 

El xenomorfo es un emblema del género no sólo por su diseño, sino por el suspenso a su alrededor, que cimenta el miedo hacia lo desconocido, al cosmos, por ello quedó inmortalizado en la historia del cine, con todo y que sólo aparece 4 minutos en Alien. 

Acá, el ´Coco´ sigue esa línea, pero llega a aparecer demasiado, priorizando el susto sobre el miedo, Savage intercambia los silencios nocturnos por el ruido y la estridencia, quitándole el suspenso y su rareza a su monstruo.

La cinta de horror de la semana ya está disponible en la cartelera regiomontana.

Director: Rob Savage

Reparto: Vivien Lyra Blair, Sophie Thatcher, Chris Messina, David Dastmalchian