Las autoridades de Maui informaron que el número de muertos por los incendios forestales aumentó a 67, mientras los residentes de Lahaina buscaban alguna pertenencia entre los escombros humeantes.
Las personas que huyeron del incendio forestal que arrasó una localidad del archipiélago estadounidense de Hawái y ha dejado al menos 67 muertos comenzaron a regresar el viernes a sus hogares, ahora hechos cenizas.
Los residentes, aturdidos, buscaban entre los restos ennegrecidos de las casas alguna pertenencia que hubiera sobrevivido a la furia de las llamas en Lahaina, una ciudad de la costa oeste de Maui muy popular entre los turistas.
La cantidad de muertos se elevó en la tarde del viernes a 67, luego de confirmarse otros 12 fallecidos, según el balance oficial.
"No puedo creer que lo consiguieras", le dijo una mujer a otra mientras se abrazaban entre las ruinas de la que fuera una localidad de 12 mil habitantes.
Algunos fueron más afortunados. "No podía creerlo", dijo Keith Todd tras encontrar su casa intacta. "Estoy muy agradecido, pero al mismo tiempo es tan devastador".
"No queda nada, todo se ha ido, es un pueblo fantasma", dijo Sarai Cruz, de 28 años, quien huyó de Lahaina con sus padres, su hermana y sus tres hijos.
Brandon Wilson, un canadiense que había viajado a Hawái con su esposa, dijo que "realmente parece que alguien llegó y bombardeó toda la ciudad".
"Lo que hemos visto hoy ha sido catastrófico", dijo el gobernador Josh Green tras recorrer la histórica Lahaina, antigua capital del reino de Hawái a principios del siglo XIX.
Los bomberos seguían el viernes extinguiendo los focos y conteniendo incendios aún activos en la localidad.
Los fuegos han devastado más de 800 hectáreas en dos islas del archipiélago y han obligado a evacuar a miles de personas, algunas de las cuales incluso se lanzaron al agua para protegerse de las llamas.
Equipos de Honolulu llegaron el viernes a Maui junto a grupos de búsqueda y rescate equipados con perros K-9 para detectar cadáveres, dijo el Condado de Maui.