CIUDAD DE MÉXICO.- Mientras los rescatistas se aferraban a la esperanza de hallar personas con vida bajo los escombros del edificio que se colapsó el jueves pasado en Surfside, Florida, los expertos analizaban posibles fallas preexistentes y nuevos datos fortalecían la teoría de problemas estructurales en el inmueble que no fueron atendidos a tiempo.
La alcaldesa del condado de Miami-Dade, Daniella Levin Cava, informó que tras la recuperación de otros dos cuerpos, el número de muertes confirmadas tras el derrumbe es de 11 y permanecen 150 personas desaparecidas.
Bomberos locales apoyados por rescatistas israelíes y Los Topos mexicanos desafiaban las altas temperaturas y la humedad, con la esperanza de rescatar a alguien vivo entre los huecos que se encontraron.
Minutas de una reunión que se realizó el 15 de noviembre de 2018 entre Rosendo Prieto, funcionario de construcción de Surfside, y la junta de condóminos de Champlain Towers South, revelan que Prieto aseguró a los presentes que el edificio estaba en "muy buen estado" a pesar de que apenas un mes antes la compañía de ingeniería Morabito Consultants, contratada para evaluar la situación del edificio, emitió un reporte en el que describió fallas clave en la estructura.
El reporte de Frank Morabito se centra en la terraza de la piscina, donde había problemas de impermeabilización, ya que el material fue colocado sin un ángulo que permitiera el drenaje, poniendo en riesgo no sólo la losa inferior, sino otras áreas estructurales: "La impermeabilización debajo de los bordes de la piscina y la vía de acceso para vehículos ya superó su vida útil y debe ser retirada y reemplazada por completo", continuaba el informe citado por medios estadounidenses.
Champlain Towers estaba haciendo una preevaluación de los trabajos que se requerían para que el edificio cumpliera con la recertificación de 40 años, que debía hacerse en 2021.
Los hallazgos del informe de Morabito coinciden con lo que encontró un contratista que acudió a ese edificio apenas el pasado martes 22 de junio y que recorrió el estacionamiento del sótano, justo debajo de donde se ubicaba la alberca: agua estancada y el hormigón agrietado, informó este lunes el diario estadounidense Miami Herald.
A esos daños se suman las quejas por las obras en una construcción adyacente que los residentes de Champlain Towers South temían pudiera provocar afectación en "la estructura de nuestro edificio".
Además, las torres se habían hundido dos milímetros anualmente entre 1993 y 1999, según un estudio de la Florida International University. Dos semanas antes del colapso, la Marina alertó que realizaría explosiones submarinas controladas cerca de Surfside, y horas antes de la tragedia se había taladrado en el techo del edificio con maquinaria pesada. Todo ello pudo haber contribuido al colapso.
Se emitió un reporte en el que describió fallas clave en la estructura.
Torre colapsada en Miami dañada por dentro
Se emitió un reporte en el que describió fallas clave en la estructura.