Lima, Perú.- El gobierno del presidente interino de Perú, Francisco Sagasti, sufrió el miércoles la primera baja en su gabinete con la renuncia de su ministro de Interior, tras criticas por la reciente remoción de la cúpula policial.
Sagasti, que asumió el cargo a mediados de noviembre tras la renuncia y destitución de los anteriores mandatarios, renovó a la jefatura policial la semana pasada y anunció la formación de una comisión para “modernizar” la institución luego de denuncias de abusos durante las últimas protestas que dejaron dos muertos en una de las peores crisis políticas del país.
La purga policial generó el rechazo de algunos generales, de oficiales retirados y de varios exministros de Interior que afirmaron en comunicados o en redes sociales que el Gobierno no respetó la escala de ascensos y que algunos oficiales que no intervinieron en las protestas fueron sacrificados.
La renuncia del ministro de Interior, Rubén Vargas, fue solicitada por varios sectores políticos y el Congreso unicameral.
“Somos conscientes de que las medidas implementadas, a pesar de su absoluta legalidad y urgente necesidad, han afectado el ánimo de algunos sectores políticos, poniendo el riesgo el camino trazado”, dijo Vargas en su carta de renuncia enviada a la primera ministra y publicada en varios medios locales.
Una fuente del ministerio de Interior confirmó la carta de renuncia dirigida a la jefa del gabinete Violeta Bermúdez.
“Entendemos que (la situación) afecta el principal objetivo de su gestión para los siguientes meses: garantizar la transición democrática hacia el nuevo Gobierno”, afirmó Vargas.
La renuncia del ministro ocurre cuando trabajadores de agroexportadoras han bloqueado una de las principales carreteras en el sur de Perú, en demanda de mejores condiciones salariales en una de las más importantes regiones agrícolas del país.