Según fuentes del Servicio de Seguridad de Ucrania (SBU) citadas por la agencia Ukrinform, los petroleros Virat y Kairos fueron alcanzados por drones navales Sea Baby en una operación conjunta del SBU y la Marina.
La confirmación ucraniana llega después de que Turquía reportara que el Virat, con bandera de Gambia, fue atacado la noche del viernes, mientras que el Kairos sufrió un incendio provocado por un "factor externo".
Las autoridades turcas señalaron que no hubo heridos y que la tripulación del Kairos fue evacuada sin incidentes.
De acuerdo con Ukrinform, ninguno de los dos barcos transportaba hidrocarburos y ambos se dirigían hacia el puerto ruso de Novorosíisk, cerca de la península de Crimea, territorio ocupado ilegalmente por Rusia desde 2014. "El SBU continúa adoptando medidas destinadas a reducir la capacidad financiera de Rusia para sostener su guerra contra Ucrania", aseguró la fuente consultada.
La llamada flota fantasma es el conjunto de embarcaciones con las que Moscú evade sanciones internacionales impuestas desde el inicio de la invasión. Los drones Sea Baby, desarrollados por el SBU desde 2022, han evolucionado para realizar ataques de precisión a larga distancia.
Además, en la misma jornada se registró un ataque con drones contra una importante terminal petrolera del puerto de Novorosíisk. El Consorcio del Oleoducto del Caspio (CPC), en el que participan empresas como Chevron y ExxonMobil, denunció el hecho como un "ataque terrorista". Uno de los puntos de amarre quedó fuera de operaciones y la compañía señaló que reanudará actividades cuando se elimine el riesgo de nuevos ataques.
Los ataques llegan en un momento en que Kiev busca presionar la infraestructura energética y logística rusa con el fin de complicar el financiamiento y el suministro militar de Moscú. Analistas señalan que estas operaciones, aunque puntuales, han obligado a Rusia a reforzar su defensa costera y redistribuir recursos navales que antes destinaba a otras áreas del conflicto.