En una audiencia en el Senado de Estados Unidos sobre las acciones de las grandes empresas tecnológicas para combatir el abuso sexual infantil en sus plataformas, Mark Zuckerberg, director ejecutivo de Meta, pidió perdón públicamente a familiares de víctimas de abuso sexual en internet.
A pesar de ello, negó que el uso de redes sociales tenga impactos negativos en la salud mental de los menores, citando un informe de las Academias Nacionales de Ciencias que, según él, no respalda la conclusión de que las redes sociales causen cambios en la salud mental de los adolescentes.
La afirmación de Zuckerberg generó controversia entre el público, incluyendo familiares de víctimas de acoso en redes sociales.
El líder de Meta expresó su arrepentimiento públicamente ante las familias afectadas, indicando: "Siento por todo lo que han pasado" y reconociendo la gravedad de la situación.
Sin embargo, el senador republicano Lindsey Graham acusó a Zuckerberg de tener "las manos manchadas de sangre" por considerar que las redes sociales son "productos peligrosos que están destruyendo vidas y amenazando la propia democracia".