A través de sus redes sociales, el mandatario texano expuso que mientras el presidente Biden ignora la crisis fronteriza, Texas impide que los cárteles introduzcan drogas, armas y personas letales en nuestro país.
Destacó los logros de la Operación Lone Star emprendida por su gobierno, que ha llevado a más de 345,000 detenciones de inmigrantes ilegales y más de 24,000 arrestos criminales.
"Es un trabajo a tiempo completo, que requiere un líder cuyo único enfoque es responder a las políticas de fronteras abiertas del presidente Biden", dijo Abbott antes de supervisar la instalación de una porción del muro en la ciudad de San Benito, extremo sur del país.
El "zar", Mike Banks, es un guardia de fronteras retirado, condecorado y con más de tres décadas de experiencia en la frontera con México y parte de su misión será "acelerar la construcción del muro fronterizo en Texas", agregó Abbott.
"Un muro en la frontera (...) es solo una forma en la que Texas responde a la negativa del presidente Biden de hacer cumplir las leyes de inmigración", dijo el gobernador de derecha.
Abbott es uno de los impulsores de las varias medidas de control fronterizo lanzadas durante la administración de Donald Trump, y férreo crítico de Biden, a quien responsabiliza de la creciente migración irregular en el país.
El zar trabajará con el Departamento Militar y con el de Seguridad Pública de Texas, como parte de la "Operación Estrella Solitaria" lanzada en 2021 para "disuadir y repeler a los migrantes que cruzan ilegalmente a Texas desde México", explicó el gobierno estatal en un comunicado.
Abbott contó que se han acelerado los trámites para adquirir los derechos en algunas de las tierras por donde se extenderá la construcción, "así que podremos construir más muro en adelante", agregó. Edificarlo, dijo, cuesta 25 millones de dólares por milla (1.6 km).
La frontera entre México y Estados Unidos se extiende por unos 3,100 km, más de la mitad en Texas.