Muestra EUA "músculo" tras misil norcoreano

Un bombardero supersónico estadounidense B-1B Lance con capacidad para portar bombas nucleares se sumó ayer a unas maniobras conjuntas con Corea del Sur

Luego de que Corea del Norte lanzara un misil balístico intercontinental que cayó frente a costas japonesas, un bombardero supersónico estadounidense B-1B Lancer con capacidad para portar bombas nucleares se sumó ayer a unas maniobras conjuntas estadounidenses-surcoreanas.

El Estado Mayor Conjunto surcoreano informó que el bombardero estratégico ha sobrevolado la zona de defensa aérea e identificación de Corea del Sur (KADIZ) escoltado por aviones de combate surcoreanos F-35A y estadounidenses F-16.

“Estas maniobras demuestran una vez más la capacidad militar conjunta de la alianza Corea del Sur-Estados Unidos y el compromiso de Washington con la protección de la península de Corea y con una disuasión ampliada”, han destacado las Fuerzas Armadas surcoreanas en un comunicado.

Además, el Estado Mayor Conjunto ha destacado que Washington seguirá cooperando estrechamente con Seúl para vigilar las acciones militares de Corea del Norte y mejorar la respuesta conjunta a las “provocaciones” norcoreanas.

Estados Unidos envió a Corea por primera vez desde 2017 dos bombarderos estratégicos B-1B en el marco de las maniobras “Vigilant Storm”.

Corea del Norte lanzó el viernes pasado un misil intercontinental con capacidad nuclear Hwasong-17. El proyectil puede transportar varias ojivas nucleares a un radio de unos 15,000 kilómetros, es decir, suficiente para alcanzar todo el territorio continental estadounidense.

RECHAZO DE COMUNIDAD INTERNACIONAL

Las actividades militares de Corea del Norte han provocado una voz de rechazo en la mayoría de los países occidentales.

Luego del misil lanzado por el país gobernado por Kim Jong-un, varios líderes del mundo celebraron una reunión de emergencia mientras participaban en el Foro de Cooperación Económica Asia-Pacífico  en Bangkok. 

Además, la vicepresidente de EUA, Kamala Harris, y los primeros ministros de Corea del Sur, Japón, Canadá, Nueva Zelanda y Australia avisaron que el misil es una “violación descarada” de las resoluciones del Consejo de Seguridad de Naciones Unidas y que Pionyang se encontrará con una “respuesta fuerte y decidida de la comunidad internacional”.