En efecto, han pasado ya dos décadas desde que el 14 de febrero de 2002 apareció Visual Studio .NET, que marcó el lanzamiento de la primera versión de la plataforma .NET. Desde entonces hasta ahora, la plataforma ha ido evolucionando y su adopción se ha expandido a tal nivel que en la actualidad se calcula que unos cinco millones de desarrolladores la utilizan en todo el mundo.
Además, entre 2019 y 2021 ha sido el entorno de desarrollo preferido por los programadores, según una encuesta de Stack Overflow. Y los repositorios .NET están entre los 30 proyectos open source de mayor velocidad de desarrollo de GitHub desde 2017. Las contribuciones de la comunidad también han tenido un impacto directo en el rendimiento, derivando en que la plataforma .NET haya obtenido durante varios años la mayor puntuación en rendimiento en los bancos de pruebas TechEmpower.
La comunidad de desarrolladores de .NET ha creado hasta ahora cientos de miles de paquetes en NuGet, y hay miles de componentes y herramientas disponibles creadas por partners del ecosistema. Su aprendizaje también está en un buen momento, con cientos de grupos de usuarios de en todo el mundo que se encargan de ayudar a grupos de desarrolladores de diversos puntos del planeta a aprender .NET.
A diferencia de lo que sucedía con los lenguajes de desarrollo nacidos antes de Internet, centrados en el desarrollo de aplicaciones independientes, y con problemas para la comunicación con otras, la llegada y auge de Internet cambió la concepción de los lenguajes y entornos de desarrollo. Pasó a los sistemas distribuidos que se comunican a través de Internet. En este cambio de enfoque, .NET nació no solo para facilitar la interconexión entre aplicaciones y sistemas, sino también para facilitar la que se da entre los propios desarrolladores. Así, la plataforma engloba varios lenguajes, un entorno de desarrollo y un conjunto de librerías y APIs que son todos compatibles entre sí.
La plataforma .NET no ha permanecido inmutable desde su nacimiento. Más bien al contrario. .NET, con su comunidad de desarrolladores, ha seguido innovando y evolucionando. Así, cuando Microsoft decidió avanzar en el campo del open source, la plataforma y su comunidad estaban en primera línea. Para 2012, el framework web MVC (controlador Model-view) de ASP .NET ya era completamente open source, y aceptaba contribuciones. Este fue uno de los primeros proyectos open source de gran envergadura de Microsoft.
En 2014, los de Redmond comenzaron a desarrollar una plataforma cruzada y open source en GitHub, recibiendo un apoyo muy fuerte de la comunidad open source. Microsoft lanzó su primera versión en la conferencia Red Hat DevNation en 2016, donde hizo una demostración de la misma funcionando en Red Hat Enterprise Linux. Porque la plataforma no solo es para Windows. Microsoft ha desarrollado acuerdos de colaboración sólidos con empresas como Red Hat e IBM para llevar .NET a RHEL, IBM Z e IBM LinuxONE. Además, cuentan con otras distribuciones, tanto a nivel empresarial como desarrolladas por la comunidad.
Mirando al futuro con .NET 6 y 7
Desde Microsoft no se detienen en el desarrollo de la plataforma. De hecho, aunque hace apenas cuatro meses que la compañía presentó .NET 6, en noviembre, y ya están a pleno rendimiento en el desarrollo de .NET 7. Tanto, que su primera versión de prueba, .NET 7 Preview 1, verá la luz dentro de unos días.
Mientras llega su versión definitiva, .NET 6 permite utilizar un conjunto unificado de librerías base y paquete de desarrollo de software (SDK). Además, .NET 6, la versión con una adopción más rápida hasta la fecha, también ofrece una experiencia simplificada de desarrollo, con un número mínimo de APIS, C# 10 o recarga en caliente.
La compañía apunta por otro lado que dentro de poco tendrá lista para lanzar la interfaz de usuario .NET Multiplataforma App (.NET MAUI), con la que se podrán desarrollar apps nativas para Windows, macOS, iOS y Android con una única base de código. Eso sí, por ahora están centrados en mejorar su calidad y acabar con los bugs que pueda tener.
La plataforma .NET ha tenido una trayectoria muy larga en estos primeros 20 años, pero sigue manteniendo su visión original: facilitar el trabajo de los desarrolladores y mejorar su vida. Tanto en sus primeras versiones como con las actuales permite el desarrollo de cualquier tipo de app, para cualquier sistema operativo, y hacerlo con un gran rendimiento. Todo sin olvidar el papel de la comunidad en su avance y desarrollo.