A nivel mundial, la incursión de las mujeres en la ciencia es del 30%, y en México este proceso ha sido más lento, afirmó Norma Blázquez Graf, del Centro de Investigaciones Interdisciplinarias en Ciencias y Humanidades (CEIICH) de la UNAM.
En la máxima casa de estudios, donde la matrícula es mitad y mitad, hay carreras en donde las mujeres son mayoría, como Medina, pero, en Matemáticas o Ingenieria, alcanzan el 19%.
“Ya se logró que ellas estén al 50 por ciento en la matrícula universitaria en muchos países, pero en la parte laboral no se ha alcanzado esa proporción, y en los puestos de decisión mucho menos, pues a nivel global su presencia es de 15 a 20%”, refirió la académica a propósito del Día Internacional de la Mujer y la Niña en la Ciencia, que se conmemora este 11 de febrero.
La carente participación del sector femenino se debe, según Blázquez Graf, a los estereotipos o prejuicios de género. De hecho, una investigación realizada en 14 países evidenció que la probabilidad de que las estudiantes terminen una licenciatura, una maestría y un doctorado en alguna materia relacionada con la ciencia es de 18, 8 y 2%, respectivamente, mientras que la probabilidad para los estudiantes masculinos es de 37, 18 y 6%.
Además, detalló que se han hecho investigaciones donde se muestra que hasta los nueve años las niñas tienen el mismo interés que los niños en área como física y matemáticas, pero conforme crecen ya no se interesan.
Conocimiento, sin género
Blázquez Graf aseguró que el conocimiento se enriquece con la inclusión y este no tiene género, aunque socialmente se lo han asignado. “En México hay avances, pero falta mucho; el mayor logro de los últimos 15 años es que las mujeres pueden estudiar una carrera y luego un posgrado”, acotó.
Asimismo, remarcó la brecha salarial que sigue existiendo en la sociedad mexicana, pues a pesar de tener la misma formación y experiencia, ‘las mujeres ganan menos porque el conocimiento y el campo laboral siguen siendo territorio masculino’.
Para modificar los estereotipos, la universitaria aconsejó trabajar en igualdad de oportunidades con los infantes desde preescolar, y con los docentes para derribar prejuicios.
El 11 de febrero, Día Internacional de la Mujer y la Niña en la Ciencia, fue establecido por la Asamblea General de las Naciones Unidas el 15 de diciembre de 2015, con el motivo de enfatizar la importancia de que las mujeres se incorporen a las ciencias y con ello lograr igualdad de oportunidades en la adquisición de conocimiento.