En medio de la persistente ofensiva militar israelí en la Franja de Gaza, el Ministerio de Salud gazatí reportó un aumento alarmante en el número de víctimas en las últimas 24 horas. Al menos 127 palestinos perdieron la vida, elevando la cifra total de muertos a 27,365 desde el inicio de la operación hace 121 días. El movimiento islamista Hamás, que controla la Franja, ha denunciado 14 masacres contra familias, con 178 heridos adicionales.
La Corte Internacional de Justicia (CIJ) se declaró competente para investigar la acusación de "genocidio" presentada por Sudáfrica, pero la violencia no muestra signos de disminuir. Israel ha focalizado su ofensiva en la zona sur de Jan Yunis y se espera que se intensifique en la ciudad de Rafah, donde más de 1.1 millones de personas están desplazadas.
En una trágica incidencia, una guardería en Rafah fue bombardeada por las fuerzas israelíes, resultando en la muerte de al menos dos niños y dejando a decenas heridos. Testimonios como el de Ahmad Bassam al-Jamal, padre de uno de los fallecidos, describen la devastación y la pérdida de seres queridos. Fuentes médicas también informan de numerosas víctimas tras el bombardeo en Deir al Balah, mientras que persiste el asedio militar al Hospital de Al Shifa en Gaza.
La situación humanitaria en Gaza es cada vez más crítica, con miles de cuerpos bajo escombros y más de 66,630 heridos desde octubre. A pesar de las tensiones internacionales y la intervención de la CIJ, la violencia continúa, sumiendo a la región en una espiral de sufrimiento y desesperación.