Fallece Carlos Romero Deschamps, exdirigente del Sindicato Nacional de Trabajadores Petroleros de la República Mexicana.
Su deceso se registró la tarde de este jueves presuntamente de un infarto al miocardio, de acuerdo con fuentes del Sindicato Petrolero.
Las fuentes consultadas informaron que la muerte de Romero Deschamps fue sorpresiva, pues no se conocía que el exdirigente petrolero padeciera alguna afección cardíaca o algún problema grave de salud.
Carlos Romero Deschamps nació en Tampico, Tamaulipas, el 17 de enero de 1944; fue líder del sindicato petrolero durante 26 años, de 1993 a 2019, además de que fungió en dos ocasiones como senador de la República y tres como diputado federal.
Romero Deschamps inició su carrera política en 1961, como coordinador de campañas en el estado de Tamaulipas por el Partido Revolucionario Institucional.En 1969 ingresó a la empresa paraestatal Petróleos Mexicanos (Pemex), en la que dos años después comenzó actividades dentro del Sindicato de Trabajadores Petroleros de la República Mexicana (STPRM).
Tras ocupar diversas posiciones durante la administración de Carlos Salinas de Gortari, en 1993 fue nombrado dirigente del STPRM, después de la controvertida destitución de Joaquin Hernández Galicia ante acusaciones criminales. Romero Deschamps fue elegido para el cargo en cuatro ocasiones.
Junto con otros senadores del PRI y desde su posición como líder petrolero, fue de los principales impulsores de la reforma energética propuesta por el entonces presidente Enrique Peña Nieto.
Una figura polémica en la política mexicana, Romero Deschamps enfrentó acusaciones de delitos como delincuencia organizada, fraude, extorsión, enriquecimiento ilícito, corrupción y tráfico de influencias. Estos crímenes han sido frecuentemente cometidos en complicidad con políticos mexicanos de distintas afiliaciones partidistas.
Durante su carrera como dirigente sindical se vio envuelto en varios escándalos, el más sonado de todos fue el llamado "Pemexgate", en el año 2000, cuando el entonces Instituto Federal Electoral denunció el desvío de mil 500 millones de pesos de Petróleos Mexicanos (Pemex) a la campaña del candidato presidencial del PRI, Francisco Labastida Ochoa.
Por ello, fue acusado de peculado electoral, delito que no le fue comprobado y del que se libró en 2011, cuando un juez federal cerró el expediente del caso y declaró prescrito el Pemexgate por falta de pruebas.