El cuerpo de Alexei Navalny ha sido entregado a su madre, anunció Ivan Zhdanov, director de la Fundación Anticorrupción de Navalny, agradeciendo a quienes solicitaron su devolución.
Por otro lado, la viuda del político, Yulia Navalnaya, acusó al presidente Vladímir Putin de intentar obligar a la madre a aceptar un funeral secreto, denunciando la situación como una tortura tanto en vida como en muerte para Navalny.
En medio de la controversia, Dmitry Peskov, portavoz del Kremlin, rechazó las acusaciones contra Putin, calificándolas de "absolutamente infundadas e insolentes".
Mientras tanto, la sociedad rusa muestra su descontento ante la negativa inicial de las autoridades a devolver el cuerpo de Navalny a su familia, destacando el temor a las muestras públicas de apoyo al opositor.