Cuba experimentó apagones simultáneos en el 23% de su territorio durante la tarde-noche del sábado, en momentos en que la demanda de energía eléctrica alcanza su punto máximo.
La empresa estatal Unión Eléctrica informó que la situación se debe a un déficit de capacidad de generación, agravado por la falta de combustible y las averías en varias unidades de las centrales termoeléctricas del país.
En los últimos días, las interrupciones en el suministro eléctrico han aumentado considerablemente, llegando a afectar hasta un tercio del territorio cubano a finales de agosto.
Este deterioro en el sistema eléctrico ha generado crecientes preocupaciones entre la población, que ya enfrenta una crisis económica severa.
La Unión Eléctrica prevé para este sábado una capacidad máxima de generación de 2.495 megavatios (MW), frente a una demanda estimada en 3.150 MW, lo que resultará en un déficit de 655 MW.
Durante el "horario pico" de la tarde-noche, la afectación real podría alcanzar los 725 MW, dejando a amplias zonas del país sin suministro eléctrico.
El estado del sistema eléctrico en Cuba es sumamente precario debido a las frecuentes averías en las centrales termoeléctricas, muchas de las cuales tienen más de cuatro décadas de explotación.
La falta de inversiones y el mantenimiento insuficiente han exacerbado esta situación, obligando al gobierno a alquilar centrales eléctricas flotantes en los últimos años para intentar mitigar la crisis.
Cabe señalar que los frecuentes apagones están causando un impacto negativo en la economía cubana, que se contrajo un 1,9% en 2023, y alimentan el descontento social en una población ya afectada por la crisis.
Por lo que el descontento se manifestó en las protestas antigubernamentales del 11 de julio de 2021, las más grandes en décadas, y en las más recientes del 17 de marzo de 2024 en Santiago de Cuba y otras localidades.
Recordando que la persistente crisis energética en el país latino sigue siendo un desafío crucial para el gobierno cubano, que enfrenta la difícil tarea de estabilizar el suministro eléctrico en medio de limitaciones estructurales y económicas, mientras busca evitar nuevas oleadas de descontento social.