Península de Valdes, Argentina.-Una decena de ballenas danzan junto a sus crías sin que nadie las perturbe frente a las costas de la Patagonia argentina.
La temporada de avistaje del mamífero más grande que habita sobre el planeta comenzó hace un par de semanas, pero este año sin los barcos abarrotados de turistas a causa de la estricta cuarentena impuesta por la pandemia de coronavirus.
Como ha sucedido en otras atracciones naturales alrededor del mundo, la ausencia de humanos alentó una mayor presencia de fauna silvestre y mejoró la preservación del medio ambiente. Sin embargo, tiene un alto costo para quienes viven del turismo, como sucede en el pequeño poblado de Puerto Pirámides de la Península de Valdés, provincia de Chubut, a unos 1.300 kilómetros al sur de Buenos Aires.
Las ballenas “están felices”, admite María Leoni Gaffet, presidente de la Asociación de Guías Profesionales de Chubut, pero “nuestra actividad está totalmente parada, no hay vuelos de cabotaje ni internacionales. La situación de muchos es desesperante porque el turismo es el único ingreso que tienen”.
Puerto Pirámides tiene 200 habitantes y es el punto de salida de los tours para acercarse a las ballenas y otras atracciones de la Península de Valdés, sobre el Atlántico Sur.
Si bien en la zona no hay casos de coronavirus, está completamente aislada ya que no se permite el ingreso de foráneos. Los locales de turismo están cerrados y las embarcaciones amarradas o en tierra.
La mayoría de los guías son monotributistas o freelance, por lo que no recibe un salario fijo. Sus últimos ingresos datan de marzo cuando terminó la temporada de verano y empezó la cuarentena. Sobreviven con ahorros o la ayuda del Estado a través de créditos a tasa cero y subsidio de 50.000 pesos (unos 77 dólares).
Argentina, que reportó más de 300.000 contagios y cerca de 6.200 muertes, impuso una estricta cuarentena el 20 de marzo. Sus efectos sobre la economía y en la salud mental de la población llevaron al gobierno de Alberto Fernández a flexibilizarla en la mayoría del país pese a que los casos no bajan. No obstante, los vuelos locales e internacionales no se reanudarán al menos hasta noviembre.
En las próximas semanas comenzarán a llegar a la zona pingüinos, elefantes marinos y orcas.
“Nuestra naturaleza sigue desplegándose al 100%. Ojalá esta situación termine pronto y podamos disfrutarla”, manifestó Gaffet.