Esta percepción lo llevó a obsesionarse por derrocar el sistema operativo de Google, sin importar las consecuencias.
La rivalidad entre Apple y Android ha sido una constante en el mundo de la tecnología móvil. Sin embargo, hubo un dispositivo en particular que generó gran inquietud en Steve Jobs, el legendario fundador de la marca de la manzana.
Esta preocupación llegó a convertirse en una auténtica obsesión, llevándolo incluso a desear la desaparición del sistema operativo de Google, que hoy en día domina el mercado global.
En 2007, Steve Jobs presentó al mundo el revolucionario iPhone, un dispositivo que cambió por completo la industria de la telefonía móvil. Con su pantalla táctil capacitiva y su sistema operativo diseñado para aprovechar al máximo esta característica, este equipo se convirtió en un éxito instantáneo.
Mientras Apple celebraba su logro, un competidor en el horizonte comenzaba a llamar la atención en el mundo tecnológico: Android. Un sistema operativo de código abierto desarrollado por Google prometía ser una alternativa real a iOS.
Si bien las primeras versiones de Android no eran tan pulidas como el iPhone, vislumbró su potencial y se dio cuenta de que podría ser un serio competidor, algo que a la postre se convirtió en una realidad.
El móvil Android que desafió a Steve Jobs
La idea de que Android pudiera ser una dura competencia para el iPhone obsesionó a Steve Jobs durante años. Expresaba su enojo y frustración hacia este sistema operativo, calificándolo como una "maldita copia".
Pero Android no era la principal preocupación, sino que el HTC Dream fue el móvil que desafió a Jobs a tal grado de provocarle una obsesión desmedida. Este teléfono fue uno de los primeros en funcionar con el sistema de Google, lanzado en 2008, marcó el inicio de la era de los smartphones y sentó las bases para el éxito futuro.
Presentaba un diseño deslizante, con una amplia pantalla táctil capacitiva de 3.2 pulgadas con una resolución de 320 x 480 píxeles y un teclado físico QWERTY completo debajo. Venía equipado con un procesador Qualcomm MSM7201A, 192 MB de RAM y una cámara trasera de 3.2 megapíxeles.
Asimismo, tenía 256 MB de almacenamiento ampliable mediante tarjetas microSD, soporte para redes móviles 3G, batería extraíble de 1150 mAh y Android Market para la descarga de aplicaciones, algo con lo que no contaba el primer iPhone en el momento de su lanzamiento. Este equipo debutó en el mercado con la versión Android 1.0 Cupcake.
Era evidente que en características el HTC Dream competía de tú a tú con el iPhone, por lo que Jobs haría todo lo posible por acabar tanto con Android como con HTC. Aquí es cuando Steve Jobs presentó dos demandas con ambas empresas, alegando infracción de patentes.
Estaba decidido a proteger la propiedad intelectual de Apple y asegurarse de que Android no se saliera con la suya. Y sus palabras fueron más que un ejemplo de lo enfadado que estaba, ya que se sintió traicionado, sobre todo porque el CEO de Google en aquel momento, Eric Schmidt, había formado parte del consejo de Apple durante el desarrollo del iPhone y el iPad.
"Google, esta es una maldita copia del iPhone, nos has estafado por completo. Es un robo flagrante en primer grado. Gastaré mi último aliento si es necesario, y gastaré cada centavo de los 40.000 millones que Apple tiene en el banco para rectificar esta situación".
"Voy a destruir Android porque es un producto robado. Estoy listo para comenzar una guerra termonuclear sobre este asunto. Están muertos de miedo, porque saben que son culpables. Excepto por su motor de búsqueda, los productos de Google (Android, Google Docs) son una mierda".
A pesar de la obsesión de Jobs y los esfuerzos de Apple por frenar a Android, este sistema ha logrado convertirse en el líder del mercado de móviles a nivel mundial. Ha evolucionado y ha ganado popularidad gracias a su amplia variedad de dispositivos y opciones personalizables.
Por otro lado, Apple ha seguido innovando con cada generación de iPhone, manteniendo su base de seguidores leales. El único móvil Android que consiguió poner nervioso a Steve Jobs fue el HTC Dream, ya que llegó como una alternativa sólida, y mucho más barata al primer iPhone presentado en 2007.