El ejército ucraniano reportó la destrucción de la presa de Kajovka, en el sur de Ucrania, y acusó directamente a las "fuerzas de ocupación rusas".
"Las fuerzas de ocupación hicieron estallar el embalse de la central hidroeléctrica de Kajovka", indicó el ejército, que dijo estar evaluando el alcance de los daños y de las posibles inundaciones.
La presa, parte de la central hidroeléctrica de Kajovka, en el río Dniéper, alberga un embalse que suministra agua a Crimea, en poder de los rusos desde 2014, y la central nuclear de Zaporiyia. Videos muestran la central destruida, pero se desconoce aún cuál podría ser la magnitud de las inundaciones.
En octubre pasado ya habían surgido advertencias sobre la posibilidad de un ataque contra esta presa clave, construida en 1956 y con capacidad para contener 18 kilómetros cúbicos de agua.
El embalse y la central hidroeléctrica fueron capturadas por tropas rusas al inicio de la invasión, el 24 de febrero de 2022. Se ubica a unos 60 kilómetros al este de la ciudad de Jersón, que también fue capturada por los rusos en marzo, y posteriormente liberada.
El presidente Volodimir Zelensky había advertido que reventar esta presa provocaría una "catástrofe a gran escala" y que cientos de miles de personas que viven en los alrededores del río Dnipro correrían peligro, incluyendo los habitantes de Jersón.
El ataque se produce en medio del inicio de la contraofensiva ucraniana, que los rusos han dicho que han contenido hasta ahora.
La destrucción de la presa no sólo podría poner en crisis el suministro de agua en el sur de Ucrania, sino que agravaría los problemas energéticos de los ucranianos.
Zelensky había advertido a los rusos contra cualquier intención de volar la presa, y ahora en redes se acusa a las fuerzas de Vladimir Putin de haber lanzado el ataque en un intento por frenar la contraofensiva ucraniana.