El presidente de Ecuador, Guillermo Lasso, decretó este jueves el estado de excepción a nivel nacional por 60 días tras el asesinato, el miércoles 9 de agosto, del candidato presidencial Fernando Villavicencio, víctima de disparos de presuntos sicarios a la salida de un mitin electoral en Quito.
En un mensaje a la nación, tras una larga reunión del comité de seguridad del Estado, Lasso ratificó que las elecciones generales extraordinarias se celebrarán el próximo 20 de agosto, como estaba previsto, pero con un despliegue de militares en todo el territorio nacional como parte del estado de excepción.
"Ante la pérdida de un demócrata y de un luchador, las elecciones no se suspenden. Estas se tienen que realizar, y la democracia se tiene que fortalecer. Esta es la mejor razón para ir a votar y defender la democracia, la vida y la integridad de la familia ecuatoriana y el futuro del país", dijo el mandatario.
Producto de la crisis de seguridad que atraviesa Ecuador por el auge de la delincuencia y la violencia del crimen organizado, Lasso ya había decretado actualmente un estado de excepción desde finales de julio, también por 60 días, en las provincias de Manabí y de Los Ríos, así como en el municipio de Durán, del área metropolitana de Guayaquil.
Lasso, anunció que la jornada electoral del 20 de agosto no se suspende y decretó tres días de luto nacional por la muerte del candidato.
Por la noche, tras el mortal atentado en que perdió la vida Fernando Villavicencio, Quito se llenó de gente que protestó lanzando consignas contra el gobierno de Lasso y contra el prófugo ex presidente Rafael Correa.
"Correa asesino, correa asesino", coreaban en las calles de la capital ecuatoriana.