Reforestación Extrema A.C. compartió siete formas en que los árboles y bosques urbanos contribuyen a mejorar el tejido socioeconómico y al bienestar ambiental de la ciudad.
Señaló que una ciudad con una infraestructura verde bien planificada y bien administrada se vuelve más sostenible, mejora la calidad de vida, se adapta mejor al cambio climático, reduce el riesgo de desastres y conserva los ecosistemas.
Biodiversidad urbana: Los árboles proporcionan hábitats y alimentos para plantas y animales, promoviendo la biodiversidad en entornos urbanos.
Mitigación del cambio climático: Un solo árbol maduro puede absorber hasta 150 kg de gases contaminantes al año, ayudando a mejorar la calidad del aire y combatir el cambio climático.
Filtrado de contaminantes: Los árboles actúan como filtros naturales, atrapando partículas finas y contaminantes urbanos, mejorando así la calidad del aire que respiramos.
Regulación de la temperatura: La ubicación estratégica de los árboles puede ayudar a enfriar el aire y reducir la necesidad de aire acondicionado, haciendo nuestras ciudades más frescas y confortables.
Mejora de la salud: Estudios han demostrado que vivir cerca de espacios verdes urbanos puede mejorar la salud física y mental, reduciendo el estrés y la presión arterial alta.
Prevención de inundaciones: Los árboles maduros regulan el flujo de agua y pueden prevenir inundaciones, reduciendo así el riesgo de desastres naturales.
Aumento del valor de la propiedad: La planificación urbana con árboles puede aumentar el valor de la propiedad y atraer turismo y negocios a nuestras ciudades.