El republicano y aspirante a la Casa Blanca en 2024, Donald Trump, arribó este lunes a la corte estatal de Nueva York, en Manhattan, para el inicio de un juicio civil sobre un presunto fraude.
Trump llegó al tribunal rodeado de un fuerte despliegue de seguridad, así como de fotógrafos y reporteros, además de sus dos hijos y un grupo de sus socios.
Previo a entrar en la sala para comenzar el juicio, el magnate declaró: "Esta es la continuación de la cacería de brujas más grande de todos los tiempos".
Fue la semana pasada cuando el juez Arthur Engoron dictaminó que Trump realizó fraude para inflar el valor de sus propiedades y así hacer de su apellido un imperio inmobiliario en los Estados Unidos.
La fiscalía reclamará alrededor de $250 millones de dólares por daños y perjuicios, además de buscar el bloqueo de la familia del expresidente para ejercer cargos altos en Nueva York, junto a prohibir las operaciones de la Organización Trump durante un periodo de cinco años.
Se prevé que Trump no testifique hasta dentro de dos semanas y se espera que el juicio se extienda hasta finales de año.
Pese a que el republicano no pueda recibir el castigo de ir a prisión, el desenlace del juicio afectaría un poco su patrimonio, pero todavía más su imagen de empresario, la cual le sirvió de base para lanzar su campaña en 2015 y 2016, previo a su llegada al poder.
El juez Engoron podría quitarle la Torre Trump, su propiedad más emblemática y un edificio que se convirtió en un símbolo durante la primera parte de su carrera política.
Pese al juicio y a los cargos federales que enfrenta, el expresidente sigue siendo el candidato preferido del sector republicano rumbo a las elecciones de próximo año, en las que podría volver a enfrentar al demócrata Joe Biden, si es que el gobernador de Florida, Ron DeSantis, le gana la partida previo a las urnas.