El presidente francés, Emmanuel Macron, se embarcó el lunes en una serie de reuniones clave en el Palacio del Elíseo con el objetivo de designar a un nuevo primer ministro, en un esfuerzo por superar el bloqueo político que ha perdurado durante casi dos meses.
Por lo que Macron no ha descartado la posibilidad de nombrar a una personalidad independiente de los partidos tradicionales para garantizar la estabilidad del gobierno.
Uno de los primeros en reunirse con el mandatario fue el ex primer ministro socialista Bernard Cazeneuve, quien ocupó el cargo entre 2016 y 2017.
Sin embargo, el nombre de Cazeneuve ha cobrado fuerza en los últimos días como una opción para asumir nuevamente la dirección del gobierno.
Además, también mantuvo encuentros con los expresidentes François Hollande, del Partido Socialista, y Nicolas Sarkozy, del partido conservador.
En una reciente entrevista con el diario Le Figaro, Sarkozy sugirió que Macron debería nombrar a un primer ministro de derecha y expresó su respaldo a Xavier Bertrand, presidente del partido Los Republicanos (LR) y de una región en el norte de Francia.
Bertrand, que también se reunió con Macron, ha mostrado interés en asumir el cargo de primer ministro.
Según una fuente cercana al presidente, la idea es evaluar si las opciones de Cazeneuve y Bertrand son viables desde el punto de vista de la estabilidad gubernamental.
Agregando que el lunes por la mañana comenzó a circular el nombre de Thierry Beaudet, presidente del Consejo Económico, Social y Ambiental (CESE), como una posible alternativa con un perfil menos político.
Macron inició las consultas para nombrar a un nuevo primer ministro el pasado 23 de agosto, con el criterio de que el elegido no caiga rápidamente bajo una moción de censura en la Asamblea Nacional, profundamente dividida.
Las elecciones legislativas anticipadas de junio dejaron una cámara baja sin mayoría absoluta, con tres bloques principales: izquierda, centroderecha y extrema derecha.