CIUDAD DE MÉXICO.- El mundo del arte y la cultura está de luto por la partida del pintor y escultor colombiano, Fernando Botero, quien partió el viernes 15 de septiembre a los 91 años.
Botero, ampliamente reconocido como uno de los artistas más célebres del mundo, se destacó por desafiar los estereotipos convencionales de belleza en su obra y a lo largo de su carrera, mantuvo una postura contundente: "Nunca he pintado a 'una gorda'".
Una de las piezas más icónicas de su repertorio es la obra "La Bailarina en la Barra", creada en París en el año 2000. El óleo ejemplifica su estilo distintivo, caracterizado por la exageración de las formas y proporciones. En esta imagen, la protagonista realiza un "developpé", un elegante movimiento de ballet que eleva una de sus piernas. Esta elección aparentemente contradictoria desafiaba los estereotipos de belleza asociados comúnmente con las bailarinas, que suelen ser representadas como figuras estilizadas y ágiles.
En marzo de 2019, se celebró en el Palacio de Bellas Artes la exposición más amplia de la carrera de Botero, titulada "Botero: Una Celebración". La muestra estaba compuesta por 177 obras que exploraban la corpulencia en todas sus formas. En una conferencia de prensa previa, Botero explicó que su arte no se centraba en la obesidad humana o animal, sino en la belleza intrínseca del volumen.
En respuesta a los cuestionamientos sobre por qué pintaba figuras con volumen, Botero respondió de manera elocuente: "No lo son. A mí me parecen esbeltas".
A lo largo de su carrera, Botero se inspiró tanto en su infancia en Colombia como en eventos contemporáneos para crear su obra. Incluso abordó temas como las torturas infligidas por soldados estadounidenses a prisioneros en la prisión de Abu Ghraib, manteniendo su característico enfoque en las figuras redondeadas que desafiaban los estándares tradicionales de belleza.
Botero era un gigante del arte latinoamericano y continuó desafiando las normas de belleza contemporáneas incluso en su octava década de vida. Para él, el volumen era motivo de celebración y placer, y se oponía a la idea de que sus obras simplificaban la apariencia de sus sujetos.
En una entrevista con "Vanity Fair" en 2018, Botero expresó su creencia de que el arte debe proporcionar placer y desafiar las nociones convencionales de belleza. En sus palabras: "La idea general de la belleza considera que las mujeres deben ser delgadas, pero entonces llega un artista que produce una dilatación de la forma y dicen que 'pinta mujeres gordas'".
El arte de Botero se caracterizaba por crear un universo de volumen en el que cada elemento se representaba con la misma intención y pasión, ya fueran mujeres, hombres o frutas, tal como compartió en una conversación con CNN.
Tras su lamentable fallecimiento, su ciudad natal, Medellín, ha declarado siete días de luto en su honor.
Esta versión ofrece un enfoque más narrativo y detallado, así como una explicación más profunda de por qué Botero afirmaba que nunca pintaba "gordas" en sus obras, destacando su perspectiva única sobre la belleza y el volumen en el arte.
Botero se destacó por desafiar los estereotipos convencionales de belleza en su obra
Así era como Botero respondía cuestionamientos sobre estilo
Botero se destacó por desafiar los estereotipos convencionales de belleza en su obra