Seis adultos y cinco niños ecuatorianos fueron secuestrados el sábado por narcotraficantes en el balneario de Ayampe, en el suroeste de Ecuador.
Los perpetradores, armados y confundiéndolos con miembros de una banda rival, irrumpieron en el hotel donde se hospedaban.
Posteriormente, las víctimas fueron sometidas a interrogatorios y cinco adultos fueron encontrados muertos con heridas de bala en una carretera cercana, según informó el comandante local de la policía.
Aunque los turistas no tenían vínculos con organizaciones delictivas, los atacantes aparentemente los confundieron con sus adversarios en la disputa del microtráfico en la zona.
Durante el operativo de captura, se incautaron fusiles automáticos, pistolas, explosivos y municiones.
Por lo que Ecuador enfrenta el desafío de bandas criminales que disputan las rutas del narcotráfico con violencia extrema.
Este ciclo de violencia ha provocado un aumento significativo en la tasa de homicidios, pasando de 6 por cada 100,000 habitantes en 2018 a un récord de 43 en 2023.
El presidente Daniel Noboa expresó su solidaridad con las familias de las víctimas y denunció los actos terroristas de los narcotraficantes.
Además, advirtió que el narcoterrorismo y sus aliados buscan sembrar el miedo en el país, pero aseguró que no lo lograrán.
Noboa afirmó que la Policía Nacional está desplegada y que uno de los presuntos secuestradores ya ha sido capturado, comprometiéndose a encontrar a los demás responsables.
En enero del año pasado, el presidente declaró al país "en conflicto armado interno" después de una ola de violencia protagonizada por bandas criminales, que dejó una veintena de muertos, ataques a la prensa, explosiones y más de 200 secuestros en cárceles y calles.