El expresidente y candidato presidencial republicano, Donald Trump, aceptó este miércoles el reto de la vicepresidenta, Kamala Harris, su virtual rival para las elecciones de noviembre, de debatir ante las cámaras.
"Bueno, Kamala. Adelante. Desafío aceptado. Comparemos nuestro historial punto por punto", aseguró el exmandatario en su primer mitin en el estado clave de Pennsylvania desde el atentado contra su vida del 13 de julio en un evento de campaña en Butler.
"Se va a caer", aseguró Trump frente a unos 14 mil asistentes en el Holland Arena de Harrisburg, un estadio pensado para ferias ganaderas y rodeos, que Trump comparó con el Madison Square Garden.
Trump pasó al ataque contra Harris en la capital de Pensilvania, un estado en el que ambos aspirantes a la presidencia están técnicamente empatados en las encuestas.
El republicano llamó a Harris "falsa" y "extremista de izquierdas" a la que acusó de crear el caos en la frontera con México.
El martes, Kamala Harris dijo en un evento en Atlanta: "si Trump tiene algo que decirme, que me lo diga a la cara", en un desafío para que Trump acepte un debate en septiembre, que el republicano no ha confirmado que esté dispuesto a hacer.
Trump ha criticado el acuerdo para que el segundo debate se celebre el 10 de septiembre en ABC News y ha propuesto que sea el canal conservador Fox News el que lo organice.
Acusa a vicepresidenta de "volverse negra"
El candidato republicano acusó en Chicago a la vicepresidenta Kamala Harris de "volverse negra" por motivos electorales, de cara a las elecciones presidenciales de noviembre.
Trump realizó estas declaraciones durante un encuentro con periodistas afroestadounidenses, criticando a Harris por cambiar su identidad racial.
"Se volvió negra", afirmó el expresidente, quien ocupó la Casa Blanca entre 2017 y 2021.
Argumentó que Harris, quien nació de un padre jamaicano y madre india, "era india de pies a cabeza y de repente cambió y se volvió una persona negra".
Por lo que la declaración hecha por el expresidente generó gran controversia, ya que la vicepresidenta ha sido abierta sobre su identidad como una "mujer negra" y es reconocida como la primera mujer de origen del sur de Asia que aspira a la presidencia.
Sin embargo, la demócrata ha sido clara en su identidad y herencia multicultural, destacando su compromiso con representar a diversas comunidades en el país.