CIUDAD DE MÉXICO.- La apertura de regalos es una de las tradiciones más esperadas en Navidad, especialmente por los niños. Esta costumbre varía en función de las creencias, culturas y preferencias familiares, dejando a muchos con la duda: ¿cuál es el momento ideal para disfrutar de los obsequios?
Durante el 24 de diciembre, las familias suelen preparar la cena de Nochebuena, donde el árbol navideño ocupa un lugar central, rodeado de regalos que despiertan la ilusión de todos. En muchas culturas, los obsequios se abren al filo de la medianoche como parte de las celebraciones, mientras que otras prefieren esperar hasta la mañana del 25 de diciembre. Ambas elecciones tienen raíces históricas y tradiciones que las respaldan.
¿Cuándo es mejor abrir los regalos?
De acuerdo con la tradición de la visión cristiana, en gran parte de América Latina y Europa, abrir los regalos al dar las 12 campanadas de la medianoche del 24 de diciembre simboliza la llegada de Jesucristo. Esta costumbre tiene sus bases en la Misa del Gallo, un momento de reflexión y alegría que marca el inicio de la Navidad.
Históricamente, esta práctica también está influenciada por celebraciones como la fiesta de San Nicolás, donde el santo repartía presentes el 6 de diciembre. Con el tiempo, esta tradición evolucionó y se asoció con Papá Noel, quien según la creencia llega la noche del 24 a dejar regalos debajo del árbol de Navidad.
En culturas europeas, como Alemania y Países Bajos, el intercambio de regalos en Nochebuena se realizaba después de la cena festiva o tras asistir a la misa. Esto refuerza la idea de que la medianoche del 24 no solo celebra el nacimiento de Jesús, sino también la unión familiar y la gratitud.
La mañana del 25: la magia de Santa Claus
En contraste, países como Estados Unidos, Canadá y Reino Unido tienen como tradición abrir los regalos en la mañana del 25 de diciembre. Esta costumbre está estrechamente vinculada a la figura de Santa Claus, quien deja obsequios durante la noche para ser descubiertos al amanecer.
El entusiasmo de los niños al despertar y encontrar regalos bajo el árbol ha convertido este momento en un icono de las celebraciones navideñas. Las películas y la cultura popular han reforzado esta imagen, mostrando familias compartiendo la alegría de abrir regalos en un ambiente de iluminación matutina y desayuno festivo.
El origen de la tradición de los regalos, la práctica de regalar en Navidad tiene varias interpretaciones. Una de las más conocidas proviene del cristianismo, cuando los tres Reyes Magos ofrecieron incienso, mirra y oro al niño Jesús como símbolo de devoción. También se asocia con costumbres romanas, donde se intercambiaban presentes en honor al dios Saturno durante las fiestas de Saturnalia.
Sin embargo, la figura de Santa Claus ha sido una de las influencias más predominantes en la tradición moderna de los regalos. Inspirado en San Nicolás, este personaje se popularizó en Estados Unidos y Europa como un símbolo de generosidad y alegría, consolidando la entrega de obsequios como una parte esencial de las celebraciones navideñas.