Viene más agua

Cuando las presas estaban secas y los calores caían a plomo, hasta el gobernador Samuel García Sepúlveda pidió al Dios Tláloc dejate venir con ganas.

Cuando las presas estaban secas y los calores caían a plomo, hasta el gobernador Samuel García Sepúlveda pidió al Dios Tláloc ''déjate venir con ganas''.

Por lo que ahora con las presas casi llenas y agua de la que no se tenía almacenada en años y años, la llegada de otro huracán a Nuevo León pone los pelos de punta.

Sobre todo, cuando a la fecha los pronósticos climatológicos de su trayectoria hasta ahora lo anuncian como un fenómeno meteorológico poderoso, de categoría Cuatro.

Y, aunque ya se han tomado algunas providencias y se esperan sus efectos a mediados de semana con pronóstico reservado, se advierte como la edición moderna del Gilberto.

Sin embargo y muy a pesar de las recomendaciones de todo tipo y clase, vale señalar, que a la menor lluvia, sus efectos se patentan en caliente.

Y, si no lo quiere creer basta con darle una revisada a las vialidades en Monterrey,  que ayer registraron aglomeraciones pese a ser día de descanso.

Por lo que se requerirán más que proyectos de reconstrucción y estrategias para evitar los cuellos de botella, sobre todo, si se esperan más lluvias.

Pan con lo mismo. Desde que inició la pugna por la elección del fiscal general de justicia, Nuevo León vive el protagonismo de un pleito político al que no se le ve el fin, sino tooodo lo contrario.

Pues a pesar de la ''buena voluntad'' de las partes, de los dientes para afuera es común escuchar su ''interés'' por sacar asuntos estancados y de los que se acumulan un día y otro también.

Sin embargo, tareas van, tareas vienen y una vez más los principales actores que mandan galleta desde palacio de Cantera y del palacio legislativo, lanzan ''señales de vida'' para pulir asperezas.

Pero a pesar de ello, no se avanza  ni de una, ni de otra manera, por lo que temas como la elección del fiscal, los vetos y el presupuesto reflejan su verdadero sentir, sin puentes de comunicación.

Eso sí, a pesar del amplio abanico de tareas y promesas por concretar, de su palabra ni el Estado, ni el Congreso avanza, eso sin contar en éste último caso el rezago y el caos que representa a la fecha.

Ah, por cierto dicen los que dicen que saben, que a pesar de que los legisladores terminaron sesiones y están de vacaciones, se descansa haciendo adobes.

Que eso del descanso es un decir, porque de todos modos hay trabajo en comisiones para sacar el rezago legislativo que se ha logrado almacenar, por cientos y cientos.

De modo que, si ve a ciertos diputados arrastrando el lápiz sacando la tarea, quien sabe si vean los asuntos importantes o como quien dice, aquellos de relleno.

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Por cierto, ya que andamos por el rumbo de Congreso local, nadie descarta el ''chapulineo'' de los legisladores recién electos.

Quienes saben, dicen que aunque no es un asunto nuevo, muy a pesar de acuerdos, no hay pactos que duren cien años.

Por lo que ya hay quienes afirman que ninguna de las fracciones estarían ''blindadas'', sobre todo porque el interés tiene pies.