Constantemente hablamos, o hablo, de mujeres exitosas que le han dado un giro a la ciudad, al estado, al país o al mundo. Hoy quisiera dedicar mi primer ejercicio editorial a un activo muy valioso en la vida política local, doña Teresa García de Sepúlveda.
Fue en 1988 cuando los ciudadanos de Santa Catarina, hartos de un liderazgo cetemista que iba en detrimento de la sociedad, le dio la espalda al otrora hegemónico Partido Revolucionario Institucional y a su candidata, Gloria Mendiola, para votar por algo o alguien diferente, en la persona de Tere.
El año de 1988 fue axial en más de un sentido para ese municipio ubicado en la zona poniente de la ciudad, primero, porque por vez primera una mujer llegaba a ostentar el cargo de alcaldesa y segundo, porque pese a todo burdo intento del tricolor de retener el poder, a la usanza de aquella época: robo de urnas y demás actos gansgsteriles, otro partido diferente llegó al poder.
Pudo tener sus desaciertos –qué humano no los tiene-pero García de Sepúlveda abrió una puerta para el cambio de una ciudad que se venía quedando rezagada y que era, como se le decía, un patio trasero de la zona metropolitana.
Con mucho ánimo de hacer diferentes las cosas no obstante las arcas municipales saqueadas y teniendo en contra a un gobernador priista- Jorge Treviño Martínez- que poco la dejaría hacer, o como se dice coloquialmente, contra viento y marea, Santa Catarina empezó -creo que para bien-, a cambiar.
Quién dijera que algunos de quienes en aquel entonces fueron colaboradores de la alcaldesa, jóvensísimos colaboradores debería puntualizar, más tarde ostentaron la misma silla y con la mística y la visión de Doña Tere, buscaron mantener y acrecentar su legado.
El año de 1988 fue de grandes cambios para la zona metropolitana porque, justo en el municipio vecino, es decir, San Pedro, hubo otro enorme cambio cuando Mauricio Fernández, abanderado del PAN, llegó a quitarle el trono al PRI, convirtiendo a esta ciudad en la joya de la corona albiazul durante mucho tiempo. Pero, esa es otra historia que valdría la pena aterrizar en diferente circunstancia.
De Tere García de Sepúlveda me gustaría replicar algo que leí en algunas redes sociales, a propósito de su fallecimiento, acaecido el pasado 30 de diciembre del 2022.
“Grande alcaldesa, madre y líder, un gran ejemplo a seguir para todos nosotros”. Creo que es una forma concreta de referirse a la mujer que escribió el primer capítulo panista en la historia de Santa Catarina e inspiró a más a la participación ciudadana en momentos en que mucha gente se había desencantado de la política y de sus gobernantes.
Si bien años más tarde tuvo sus diferencias con el organismo político que la postuló al grado de dejar de ser militante, Teresa García de Sepúlveda ya tiene su lugar en la historia de Santa Catarina –bueno o malo, según la óptica- y del Estado.
Echando un vistazo hacia atrás, sería buen momento para la clase política ver qué hizo y qué dejó de hacer la alcaldesa, qué atributos se le pueden imitar y qué puede inspirar para hacer grandes cosas a favor de las causas sociales.
Desde este espacio, mis más sinceras condolencias a su familia.