San Pedro es el municipio más "fifí" de México; podría decirse que es de los más ricos en Latinoamérica, y aunque no necesariamente sus habitantes vivan en la opulencia –muchos lo creen así-, es de reconocer que la calidad de los servicios es muy buena, lo mismo que la seguridad; vivir en el municipio es caro, pero vale la pena.
A lo largo de su historia, ha habido gobernantes del PRI, del PAN y ahora es gobernado por un independiente, que, dicho sea de paso, es el primero en ser reelecto ¿alguien recuerda su "Miguel síguele"?
A diferencia de Santa Catarina (lo uso como mero referente por ser vecinos), donde el priismo a ultranza dominado por la CTM convirtió a la ciudad en un cacicazgo hasta finales de la década de los 80, en San Pedro, creo que el partido tricolor fue más organizado.
Entiendo que mucho tuvo que ver el contrapeso que otros partidos políticos le pusieron y si llegó un partido diferente fue porque el hartazgo producto del estancamiento de la ciudad, llegó y tan es así que San Pedro empezó a cambiar su fisonomía a la de una ciudad cosmopolita, moderna y muy bella.
En San Pedro, recuerdo la visión de Mauricio Fernández, no hay pasos a desnivel –o lo que conocemos como jorobas- elevados. La única que hay está sobre Morones Prieto y es elevada porque es obra federal y esa es harina de otro costal.
El hecho de que sean diferentes, aunque la inversión sea un poco más alta, evocando a Fernández Garza, es porque los sampetrinos están acostumbrados a disfrutar el paisaje, aunque, esta visión ha cambiado con el crecimiento vertical, especialmente en Valle Oriente y Lázaro Cárdenas.
El punto es que la suma de los buenos, malos o regulares gobiernos ha permitido la construcción de un hermoso y envidiable San Pedro, con tan buenas finanzas que se da el lujo de compartir lo que ya no necesita, como es el caso de unidades de seguridad y mobiliario diverso.
Alcaldes anteriores donaron un lote completo de patrullas a su vecino Santa Catarina y hoy, Miguel Treviño ha optado por ir hacia los municipios rurales donando los excedentes.
¿Será casualidad que haya decidido ir tan lejos para hacer sus donativos? Es un secreto a voces que Treviño de Hoyos busca un cargo federal al concluir su periodo como alcalde.
De un tiempo a la fecha se ha metido a temas que antes no, como pedir y recabar firmas para que la refinería de Pemex en Cadereyta deje de contaminar; también ha hecho pronunciamientos para exigir gasolinas limpias.
Se le ha visto muy coqueto con la primera pareja del estado, Samuel y Mariana y ahora, ha decidido dejarse ver por la zona rural llevando regalos que no le cuestan, porque gracias a su investidura como alcalde puede obsequiar de manera legal, lo que San Pedro ya no ocupa.
Astuto el señor alcalde que sigue llenando sus redes sociales con puras cosas bonitas, cuando a San Pedro y a sus habitantes los tiene vueltos locos con tantas calles cerradas.
Comparte historias de vecinos beneficiados con sus programas exitosos, pero no replica los testimonios de quienes padecen para poder salir de su casa, y sortean caminos improvisados sin banquetas, mientras terminan las obras en proceso.
Y mientras él, no la gente, decía "Miguel síguele", hoy los sampetrinos le dicen "Miguel, ya párale".