Ser cristiano

Durante mis años de estudio en Inglaterra, pude cursar mi doctorado en Humanidades.

Durante mis años de estudio en Inglaterra, pude cursar mi doctorado en Humanidades y, a la vez, sin proponérmelo, logré integrarme a una organización secreta que conocí en mi estancia en la universidad, el nombre de la misma me llena de orgullo: Ordo Hermeticus Aurorae Aureae, en inglés: The Hermetic Order of the Golden Dawn.

Después de regresar de Europa, continué mi actividad profesional de índole académica y política. No volví a hablar de estos temas con nadie más, porque en el único lugar donde pensé que tendrían interés, me refiero en la Loggia madre, realmente no encontré el eco que esperaba. Así que decidí guardar estos secretos bajo el colchón, como decía mi mamá María Luisa, allá en Los Arroyos, en Montemorelos.

Durante mi estancia en Londres, poco a poco me convertí en discípulo de Francis Israel Regudy, un gran maestro de la orden y acudí a muchas lectures con ellos, especialmente con él como orador central. Guardé notas y más notas de esas conferencias y ahora que, como jubilado, tengo tiempo de más para organizar mis actividades, encontré en el baúl de los recuerdos algunas notas que ahora me atrevo a compartir con los amables lectores/as, a propósito de lo que el cristianismo significa para estos maestros iluminados en sabiduría y conocimientos secretos.

Obviamente lo hago en en el contexto de que estamos a un par de días para celebrar la fiesta religiosa de la navidad, la cual como sabemos, posee un gran significado para la religión católica, así que con mucho respeto y con la mejor actitud, transcribo aquí algunas notas que garabateé, allá en el apartamento de la calle Dike Road, en las tertulias y otras actividades que allí se realizaban por la sociedad hermética, de manera, por supuesto, muy discreta.

Las notas las escribí en español, obviamente las traduje en ese momento del inglés, así que pueden llevar algunas fallas de traducción.

1. La Conexión con el Logos

En la tradición esotérica, el término Logos (del griego "palabra" o "razón") es central. En el Evangelio de Juan, se afirma: "En el principio era el Verbo, y el Verbo era con Dios, y el Verbo era Dios" (Juan 1:1). Esta declaración conecta al cristianismo con la idea de un principio organizador universal que da sentido al cosmos. Para mí, el Logos es tanto la base del universo como una guía personal hacia el autoconocimiento y la sabiduría.

¿En pocas palabras qué entendí? El creador posee una fuerza de manifestación poderosa, y la expresa a través de su voluntad divina.

2. La Simbología de la Cruz

La cruz cristiana no es solo un símbolo de sacrificio, sino un mandala de reconciliación entre opuestos: lo divino y lo humano, lo temporal y lo eterno. Esotéricamente, la cruz representa la integración de nuestra dimensión terrenal (horizontal) con nuestra aspiración hacia lo trascendente (vertical). Este simbolismo me invita a vivir en equilibrio y armonía, conectando mi vida cotidiana con lo espiritual.

¿En pocas palabras qué entendí? En la jerarquía espiritual de la manifestación divina, existen fuerzas de luz y de oscuridad que conviven en este plano humano. La libertad del ser humano se debate entre ambas.

3. La Doctrina del Amor Universal

El mandamiento de "amarás a tu prójimo como a ti mismo" es más que una enseñanza moral; es un principio cósmico. Desde una perspectiva esotérica, el amor es la fuerza unificadora del universo, una energía que conecta a todos los seres. El cristianismo me invita a alinear mi vida con esta energía transformadora, reconociendo la divinidad en todos.

¿En pocas palabras qué entendí? Eros es la fuerza creadora y unificadora del universo, y Tanatos su opuesto; este último una fuerza destructiva presente en cada espacio y momento, pero que reposa de manera latente; hasta que la libertad del ser humano toca a su propia puerta, y hace explosión.

4. La Resurrección como Arquetipo de Transformación

La resurrección de Cristo es un símbolo poderoso de renovación y transformación interior. Esotéricamente, representa la muerte del ego y el renacimiento de un ser más elevado. Este proceso de "muerte y resurrección" no es solo un evento histórico, sino una experiencia espiritual que todos podemos vivir en nuestra jornada hacia la iluminación.

¿En pocas palabras qué entendí? Día a día tenemos que realizar un trabajo de crecimiento espiritual, aunque es voluntario, es fundamental para liberarnos y lograr resisitir a las fuerzas de la oscuridad, que nos tiran hacia el pecado y la esclavitud.

5. El Cristo Interno

En las enseñanzas esotéricas, Cristo no es solo una figura histórica, sino una presencia interna, una chispa divina en cada ser humano. Esta idea me inspira a buscar dentro de mí la esencia crística, el potencial para encarnar el amor, la sabiduría y la compasión.

¿En pocas palabras qué entendí? Hay que observar hacia el interior, por medio de la oración y la meditación diaria. El que busca encuentra.

6. Los Evangelios como Guías Iniciáticas

Los textos cristianos, especialmente los Evangelios, contienen capas de significado que van más allá de la literalidad. Interpretados esotéricamente, los relatos de la vida de Jesús son una guía para el viaje del alma, desde la oscuridad de la ignorancia hasta la luz del entendimiento. Cada milagro, parábola y enseñanza tiene un propósito iniciático, diseñado para elevar nuestra conciencia.

¿En pocas palabras qué entendí? En los evangelios encontramos una guía de vida, especialmente para lograr desarrollar ciertas habilidades espirituales que nos identifican con la figura poderosa de Jesús de Nazareth.

7. La Trinidad como Principio Universal

El concepto de la Trinidad (Padre, Hijo y Espíritu Santo) tiene paralelismos en muchas tradiciones esotéricas, donde representa la unión de los tres principios fundamentales: la creación, la manifestación y la transformación. Este modelo trinitario me ayuda a comprender el dinamismo de la existencia y mi papel dentro de ella.

¿En pocas palabras qué entendí? El concepto de la divinidad puede ser muy diverso, pero su poder es fundamental para el ser humano que vive bajo su amparo.

8. La Oración como Herramienta Alquímica

La oración, especialmente el Padrenuestro, no es solo una petición a lo divino, sino una fórmula alquímica que transforma al practicante. Esotéricamente, cada frase del Padrenuestro corresponde a un proceso de purificación y elevación espiritual. La práctica consciente de la oración me permite conectarme con niveles más altos de conciencia.

¿En pocas palabras qué entendí? La oración cotidiana crea un campo de fuerza alrededor nuestro que nos protege de las fuerzas de la oscuridad. Además, permite fortalecernos espiritualmente.

9. Los Sacramentos como Rituales de Poder

Los sacramentos cristianos, como el bautismo y la eucaristía, son más que ceremonias religiosas; son rituales de poder diseñados para alinear al individuo con las fuerzas cósmicas. Por ejemplo, el bautismo simboliza la iniciación en un nuevo nivel de ser, mientras que la eucaristía representa la integración del cuerpo y el espíritu.

¿En pocas palabras qué entendí? Los rituales funcionan y realmente nos vuelven  más resistentes a los embates provenientes de las fuerzas de la oscuridad.

10. El Apocalipsis como Mapa Espiritual

El libro del Apocalipsis es, esotéricamente, un manual de transformación espiritual. Los símbolos de los sellos, las trompetas y las copas representan etapas del viaje del alma hacia su realización final. Lejos de ser un texto de terror, lo interpreto como una promesa de renovación y esperanza para quienes buscan la verdad.

¿En pocas palabras qué entendí? El apocalipsis es un momento en la historia de profundas transformaciones, tenemos que estar preparados para ellas, fortaleciendo nuestras convicciones y habilidades espirituales de manera cotidiana.